No le abras la puerta
a tu soledad,
la ciudad está muerta,
pero que más da.
No jures por la tempestad
aunque tu Luna se esté apagando,
las nubes no se irán, no se irán, no se irán, no se irán
solo se quedan adentro y llorando.
Y ahora por qué rezas
en el viejo altar.
No bajes la cabeza,
y no mires atrás.
No jures por la tempestad
aunque tu Luna se esté apagando,
las nubes no se irán, no se irán, no se irán, no se irán
solo se quedan adentro y llorando.
Adentro y llorando.
Desde ningún lugar
Cuando el cielo de la noche huele a sal
cuando los cuervos salen solos a mirar
Cuando la luz del faro barre la ciudad
y en las ventanas ya queda nadie más.
Rezando a Dios, se lanzaban al mar.
Dejándonos, hacia ningún lugar.
Cuando en la calle todo sigue igual
y en los tejados alguien sueña con volar
Cuando la gente se disfraza de animal
cuando no queda más remedio que callar.
Rezando a Dios, se pierden por el mar
Dejándonos, hacia ningún lugar.
Cuando mañana nadie quiera recordar
cuando los años borren toda la verdad,
Aunque los hijos les enseñen a olvidar
y en los diarios no se escriba nada más.
Lejos de Dios, sus almas seguirán
Buscándonos, desde ningún lugar...
Lejos de Dios, sus almas seguirán
Buscándonos, desde ningún lugar...
a tu soledad,
la ciudad está muerta,
pero que más da.
No jures por la tempestad
aunque tu Luna se esté apagando,
las nubes no se irán, no se irán, no se irán, no se irán
solo se quedan adentro y llorando.
Y ahora por qué rezas
en el viejo altar.
No bajes la cabeza,
y no mires atrás.
No jures por la tempestad
aunque tu Luna se esté apagando,
las nubes no se irán, no se irán, no se irán, no se irán
solo se quedan adentro y llorando.
Adentro y llorando.
Desde ningún lugar
Cuando el cielo de la noche huele a sal
cuando los cuervos salen solos a mirar
Cuando la luz del faro barre la ciudad
y en las ventanas ya queda nadie más.
Rezando a Dios, se lanzaban al mar.
Dejándonos, hacia ningún lugar.
Cuando en la calle todo sigue igual
y en los tejados alguien sueña con volar
Cuando la gente se disfraza de animal
cuando no queda más remedio que callar.
Rezando a Dios, se pierden por el mar
Dejándonos, hacia ningún lugar.
Cuando mañana nadie quiera recordar
cuando los años borren toda la verdad,
Aunque los hijos les enseñen a olvidar
y en los diarios no se escriba nada más.
Lejos de Dios, sus almas seguirán
Buscándonos, desde ningún lugar...
Lejos de Dios, sus almas seguirán
Buscándonos, desde ningún lugar...