Tango 1924
Música: Pedro Polito
Letra: Andrés Seitún
Se oye un gotán en la esquina,
compadrón y lastimero,
que un organito orillero
entona en la puerta de un ruin bodegón.
Y, más allá, junto al cerco,
una mujer la discute
a su taita que la engrupe
con el viejo cuento de un eterno amor.
La luz amarillenta de aquel farol mugriento
que deja siempre al viento su mecha a querosén,
da vida así a la escena del cuadro callejero,
compadre arrabalero de todo anochecer.
Y cuando la percanta se siente, ya vencida,
y al verse así rendida se entrega al gavilán,
el crápula nocturno que fuera por menegas
se pianta y allí queda la paica sin bacán.
"Corto de genio" había sido,
se dijo la desdichada,
que al verse así abandonada
maldijo al que diera su vida y su amor.
Sin pensar la pobrecita
que ese amor que la chalaba
era el pique 'e la largada
pa' correr metida en el pelotón.
Música: Pedro Polito
Letra: Andrés Seitún
Se oye un gotán en la esquina,
compadrón y lastimero,
que un organito orillero
entona en la puerta de un ruin bodegón.
Y, más allá, junto al cerco,
una mujer la discute
a su taita que la engrupe
con el viejo cuento de un eterno amor.
La luz amarillenta de aquel farol mugriento
que deja siempre al viento su mecha a querosén,
da vida así a la escena del cuadro callejero,
compadre arrabalero de todo anochecer.
Y cuando la percanta se siente, ya vencida,
y al verse así rendida se entrega al gavilán,
el crápula nocturno que fuera por menegas
se pianta y allí queda la paica sin bacán.
"Corto de genio" había sido,
se dijo la desdichada,
que al verse así abandonada
maldijo al que diera su vida y su amor.
Sin pensar la pobrecita
que ese amor que la chalaba
era el pique 'e la largada
pa' correr metida en el pelotón.