Milonga
A. Chiriff y J. A. Trelles
Óigale a la moza, lloras porque el gaucho
se fue pa' los pagos de'aonde no se vuelve
y has quedado solita como oveja guacha
que no tiene un perro que por ella vele.
No siento tu pena, que ha de ser fingida,
siento las del gaucho que se fue pa'siempre,
si se le hizo cierto que cuando quería
y que en sus cupidas iba solo a verte.
Porque si fue ansina, cuando hasta su fosa
de tus risas locas los ecos le lleguen,
sentirá que el hielo de tu olvido infame
más frío es que el hielo de la mesma muerte
y sepa por boca de alguna luz mala
que ya andas buscando que alguien te consuele
pa'tenerlo escrito como a él lo has tenido,
haciendo lo que hacen tuitas las mujeres
Y al verse dentro'el hoyo, maniado y sin daga,
sin poder llamarte y anhelando al pepe
la luz de unos ojos pa'sus ojos ciegos
y el calor de un seno pa'su helada frente.
Sentirá la rabia, desatada y loca,
del bagual arisco sujeto al palenque,
cuando las cacharpas le aprietan el lomo
y ni la manea, ni el bozal se ruempe.
Óigale a la moza, lloras porque el gaucho
se fue pa' los pagos de'aonde no se vuelve
y has quedado solita como oveja guacha
que no tiene un perro que por ella vele.
No tengo a tu pena, ni un poquito'e lástima,
siento las del pobre que se fue pa'siempre
porque sé lo triste que es hallarse solo
como se ha querido, como el gaucho quiere.
A. Chiriff y J. A. Trelles
Óigale a la moza, lloras porque el gaucho
se fue pa' los pagos de'aonde no se vuelve
y has quedado solita como oveja guacha
que no tiene un perro que por ella vele.
No siento tu pena, que ha de ser fingida,
siento las del gaucho que se fue pa'siempre,
si se le hizo cierto que cuando quería
y que en sus cupidas iba solo a verte.
Porque si fue ansina, cuando hasta su fosa
de tus risas locas los ecos le lleguen,
sentirá que el hielo de tu olvido infame
más frío es que el hielo de la mesma muerte
y sepa por boca de alguna luz mala
que ya andas buscando que alguien te consuele
pa'tenerlo escrito como a él lo has tenido,
haciendo lo que hacen tuitas las mujeres
Y al verse dentro'el hoyo, maniado y sin daga,
sin poder llamarte y anhelando al pepe
la luz de unos ojos pa'sus ojos ciegos
y el calor de un seno pa'su helada frente.
Sentirá la rabia, desatada y loca,
del bagual arisco sujeto al palenque,
cuando las cacharpas le aprietan el lomo
y ni la manea, ni el bozal se ruempe.
Óigale a la moza, lloras porque el gaucho
se fue pa' los pagos de'aonde no se vuelve
y has quedado solita como oveja guacha
que no tiene un perro que por ella vele.
No tengo a tu pena, ni un poquito'e lástima,
siento las del pobre que se fue pa'siempre
porque sé lo triste que es hallarse solo
como se ha querido, como el gaucho quiere.