Tango 1926
Música: Carlos Gardel / José Razzano
Letra: Carlos Gardel / José Razzano
Calavera viejo, rico y bonachón,
¡qué alegre paseás tu porte gentil!
Al mirar tu pinta brava de varón
el tiempo que se fue lo siento revivir.
Muchos años han pasado y no aflojás
en lances de amor ni en farras que ves
porque en todas las garufas demostrás
que no te asusta el tren de amores y champán.
¿Te acordás las amarguras
que en un tiempo soportamos
y las noches que pasamos
pensando en la mishiadura?
¿Te acordás, viejo,
con cuanto aspamento
miramos el vento
las noches aquellas?
¿Y cuando deseosos
de un peso nos vimos
y después nos fuimos
meta garufear?
Hoy que traigo a mi memoria el tiempo aquel
de la juventud que no vuelve más,
me da gusto cuando veo que tenés
como en tu mocedad posturas de galán.
Hacés bien, seguí la farra sin cesar
pues todo pa' vos debe ser así.
Sos, hermano, un calavera que al dolor
vos siempre le encontrás remedio en el amor.
Hoy al ver que tu pilchaje
no tiene el corte fulero
de aquel traje dominguero
que tantas veces lo usaste,
yo pienso, hermano,
que también nosotros
hoy somos como otros
que viven sonriendo
y del pasado,
que se va borrando
vamos recordando
las horas de ayer.
Música: Carlos Gardel / José Razzano
Letra: Carlos Gardel / José Razzano
Calavera viejo, rico y bonachón,
¡qué alegre paseás tu porte gentil!
Al mirar tu pinta brava de varón
el tiempo que se fue lo siento revivir.
Muchos años han pasado y no aflojás
en lances de amor ni en farras que ves
porque en todas las garufas demostrás
que no te asusta el tren de amores y champán.
¿Te acordás las amarguras
que en un tiempo soportamos
y las noches que pasamos
pensando en la mishiadura?
¿Te acordás, viejo,
con cuanto aspamento
miramos el vento
las noches aquellas?
¿Y cuando deseosos
de un peso nos vimos
y después nos fuimos
meta garufear?
Hoy que traigo a mi memoria el tiempo aquel
de la juventud que no vuelve más,
me da gusto cuando veo que tenés
como en tu mocedad posturas de galán.
Hacés bien, seguí la farra sin cesar
pues todo pa' vos debe ser así.
Sos, hermano, un calavera que al dolor
vos siempre le encontrás remedio en el amor.
Hoy al ver que tu pilchaje
no tiene el corte fulero
de aquel traje dominguero
que tantas veces lo usaste,
yo pienso, hermano,
que también nosotros
hoy somos como otros
que viven sonriendo
y del pasado,
que se va borrando
vamos recordando
las horas de ayer.