Aunque no sea el más guapo de todos los inmortales
Quisiera ser el sereno de tus cositas terrenales
Como no tengo calesa ni cuadras de pura sangre
Yo te llevo a caballito pa enseñarte toa las calles
No me hacen falta pistolas ni castillos en el aire
Te regalaré un imperio en Cádiz por carnavales
Tu lengua es un mar despacio que a mí me mece en sus olas
Que teniendo aquí tu boca pa qué quiero yo un palacio
Ni yo soy el rey ni príncipe del vecindario
Pero tú eres la reina de mis telediarios
Mi voz es mi ley, mi frontera son tus piernas
Y toda, toda tu risa me la pongo por bandera
Yo soy lo que veis, príncipe del abecedario
Y toda, toda mi corte es mi corte de salario
Corónate, ponte flores en la melena
Que hoy tenemos una audiencia
Con un puchero de hierba de la buena
Pondremos en la almohada y en cualquier lugar urgente
De este cuento sin hadas, después de noches calientes
Mañanitas de mermelada
Soy monarca de tu horario, el infante de tus piernas
El esclavo de tus labios, lacayo de tus caderas
Tu lengua es un mar despacio que a mí me mece en sus olas
Que como se está en tu boca, no se está en ningún palacio
Quisiera ser el sereno de tus cositas terrenales
Como no tengo calesa ni cuadras de pura sangre
Yo te llevo a caballito pa enseñarte toa las calles
No me hacen falta pistolas ni castillos en el aire
Te regalaré un imperio en Cádiz por carnavales
Tu lengua es un mar despacio que a mí me mece en sus olas
Que teniendo aquí tu boca pa qué quiero yo un palacio
Ni yo soy el rey ni príncipe del vecindario
Pero tú eres la reina de mis telediarios
Mi voz es mi ley, mi frontera son tus piernas
Y toda, toda tu risa me la pongo por bandera
Yo soy lo que veis, príncipe del abecedario
Y toda, toda mi corte es mi corte de salario
Corónate, ponte flores en la melena
Que hoy tenemos una audiencia
Con un puchero de hierba de la buena
Pondremos en la almohada y en cualquier lugar urgente
De este cuento sin hadas, después de noches calientes
Mañanitas de mermelada
Soy monarca de tu horario, el infante de tus piernas
El esclavo de tus labios, lacayo de tus caderas
Tu lengua es un mar despacio que a mí me mece en sus olas
Que como se está en tu boca, no se está en ningún palacio