Nada peor que vivir sin arriesgar,
Lo sentirás cuando queme en la sangre,
Jurando no fallar, supiste aprender con errores,
Cobrará vida aquella verdad,
Que los de atrás van a llegar.
Hoy como ayer, la sangre clama venganza,
vas a beber inevitable el dolor,
de esta copa no,
No pasarás.
Masticar frustración,
Esquivar sus trampas triviales,
Somos la minoría dentro del montón, con una nueva voz.
Ponganle un precio digno de pagar,
Ponganle un precio al corazón,
¿A ver quién es capaz?
Padecer fortalecido.
Hoy como ayer, la sangre clama venganza,
Vas a beber inevitable el dolor de esta copa.
Y esta vez no callará la esperanza
Hasta poner en su lugar el honor,
Tal cual es.
Hoy como ayer, la sangre clama venganza,
Vas a beber inevitable el dolor de esta copa,
Y esta vez no callará la esperanza,
Hasta poner en su lugar el honor, tal cual es.
La poesía de la humanidad,
¡Resplandece el arte en la mediocridad!
Cabalgando el don, no nos domarán,
Padecer fortalecido
Lo sentirás cuando queme en la sangre,
Jurando no fallar, supiste aprender con errores,
Cobrará vida aquella verdad,
Que los de atrás van a llegar.
Hoy como ayer, la sangre clama venganza,
vas a beber inevitable el dolor,
de esta copa no,
No pasarás.
Masticar frustración,
Esquivar sus trampas triviales,
Somos la minoría dentro del montón, con una nueva voz.
Ponganle un precio digno de pagar,
Ponganle un precio al corazón,
¿A ver quién es capaz?
Padecer fortalecido.
Hoy como ayer, la sangre clama venganza,
Vas a beber inevitable el dolor de esta copa.
Y esta vez no callará la esperanza
Hasta poner en su lugar el honor,
Tal cual es.
Hoy como ayer, la sangre clama venganza,
Vas a beber inevitable el dolor de esta copa,
Y esta vez no callará la esperanza,
Hasta poner en su lugar el honor, tal cual es.
La poesía de la humanidad,
¡Resplandece el arte en la mediocridad!
Cabalgando el don, no nos domarán,
Padecer fortalecido