Los pueblos que habitan en mi sangre
duermen la siesta bajo el sol de tu mirada
y los mil caminos que adivino en tus entrañas
se mojan con la lluvia que me da la madrugada
Muchacha virgen, patria de mi pueblo
hoy duerme la siesta bajo el sol de tu mirada
tienes en tu pelo el perfume de una lluvia
sobre los ladrillos de una calle abandonada
Novia del viajante que anda solo en los caminos
pensando en la siesta que una vez le prometiste
tu mirada triste se quedó en el horizonte
esperando al hombre que una vez le sonreíste
Cuando la siesta pasa por las calles de mi pueblo
y un perfume de incienso va tiñendo mis almohadas
se detiene el tiempo sobre el techo de mi cuarto
y siento que en pecho me duele tu mirada
Te dejo en tu ventana polvorienta
la huella de mi mano que no golpeó tu puerta
amores que se vuelven fantasmas del silencio
y bailan por las calles cuando duermen los pueblos
duermen la siesta bajo el sol de tu mirada
y los mil caminos que adivino en tus entrañas
se mojan con la lluvia que me da la madrugada
Muchacha virgen, patria de mi pueblo
hoy duerme la siesta bajo el sol de tu mirada
tienes en tu pelo el perfume de una lluvia
sobre los ladrillos de una calle abandonada
Novia del viajante que anda solo en los caminos
pensando en la siesta que una vez le prometiste
tu mirada triste se quedó en el horizonte
esperando al hombre que una vez le sonreíste
Cuando la siesta pasa por las calles de mi pueblo
y un perfume de incienso va tiñendo mis almohadas
se detiene el tiempo sobre el techo de mi cuarto
y siento que en pecho me duele tu mirada
Te dejo en tu ventana polvorienta
la huella de mi mano que no golpeó tu puerta
amores que se vuelven fantasmas del silencio
y bailan por las calles cuando duermen los pueblos