XIV - EPILOGO DESCANSAR
SE CERRÓ LA PUERTA A LA MALDAD, SIEMPRE QUERIENDO APARECER, QUIZÁS OCULTA TRAS UN VELO
QUE CABALGA A SOLAS.
LA BONDAD CADA VEZ ESTÁ MÁS LEJOS
PERO CUESTA MUCHO MIRARSE AL ESPEJO.
SE CERRÓ LA PUERTA A LA MALDAD, SIEMPRE QUERIENDO APARECER, QUIZÁS OCULTA TRAS UN VELO
QUE CABALGA A SOLAS.
LA BONDAD CADA VEZ ESTÁ MÁS LEJOS
PERO CUESTA MUCHO MIRARSE AL ESPEJO.