Desde lo alto se escuchan pasar armas de resistencia. En nuestro suelo, centro vital, libertad
es la esencia. Nuestro pueblo se levantará, no entregará su dignidad. Almas ardientes, fuerza
de jaguar; rugir del viento estallará. Aunque el tiempo traiga muerte lo que importa es pelear,
grita el cielo, sabio ardiente, emisario de libertad. Me invade el frío, hay desesperación; ¡flor de
muerte, quema mi corazón! Desvaneciendo sonrisas de amor mis sueños pisoteó. Hoy solo
veo sangre y horror; ¡Todo, dónde quedó' Hundido en este lago de sangre, ¡nuestra lucha será
imborrable! Aunque el tiempo traiga muerte lo que importa es pelear, grita el cielo, sabio
ardiente, emisario de libertad. Almas ardientes, fuerza de jaguar; rugir del viento estallará.
Hundido en este lago de sangre, ¡nuestra lucha será imborrable! Aunque el tiempo traiga
muerte lo que importa es pelear, grita el cielo, sabio ardiente, emisario de libertad.
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Resisten los hombres de las nubes
Los conjuros repartían secretamente las armas ocultas en cestos de hojas de coca. Ya había
tomado el mando del Ejército Incaico el sucesor Huayna-Cápac. Pero la paz no era una
realidad, los guerreros de la isla Puna atacaban sin descanso, los Huancavilcas resistían en la
costa, en el norte los Caranquis, Cayambis y otros pueblos. Los Incas pudieron avanzar hasta
la fortaleza de Atuntaqui, mientras en la fortaleza de Cochasqui tomaba fuerza la valerosa hija
del rey de Quito "Pacha Duchicela".
De p***to la batalla llego hasta ríos y lagos cerca de Otavalo "Batalla lacustre sin igual en la
historia americana', Nazacota Puento (cacique de Cayambe) habla hecho construir andamies
en árboles y en el mismo lago, mientras Huayna Cápac hizo traer embarcaciones de junco de
un lago vecino que más tarde se conocerla como Lago San Pablo.
Miles perdieron la vida en la cruel batalla, con la piel del capitán Pintac se ordenó hacer un
tambor rindiendo un gran homenaje a este guerrero de corazón. Quienes no murieron
ahogados fueron degollados en el lugar siniestro desde entonces llamado "Yahuarcocha" (o Lago de Sangre).
es la esencia. Nuestro pueblo se levantará, no entregará su dignidad. Almas ardientes, fuerza
de jaguar; rugir del viento estallará. Aunque el tiempo traiga muerte lo que importa es pelear,
grita el cielo, sabio ardiente, emisario de libertad. Me invade el frío, hay desesperación; ¡flor de
muerte, quema mi corazón! Desvaneciendo sonrisas de amor mis sueños pisoteó. Hoy solo
veo sangre y horror; ¡Todo, dónde quedó' Hundido en este lago de sangre, ¡nuestra lucha será
imborrable! Aunque el tiempo traiga muerte lo que importa es pelear, grita el cielo, sabio
ardiente, emisario de libertad. Almas ardientes, fuerza de jaguar; rugir del viento estallará.
Hundido en este lago de sangre, ¡nuestra lucha será imborrable! Aunque el tiempo traiga
muerte lo que importa es pelear, grita el cielo, sabio ardiente, emisario de libertad.
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Resisten los hombres de las nubes
Los conjuros repartían secretamente las armas ocultas en cestos de hojas de coca. Ya había
tomado el mando del Ejército Incaico el sucesor Huayna-Cápac. Pero la paz no era una
realidad, los guerreros de la isla Puna atacaban sin descanso, los Huancavilcas resistían en la
costa, en el norte los Caranquis, Cayambis y otros pueblos. Los Incas pudieron avanzar hasta
la fortaleza de Atuntaqui, mientras en la fortaleza de Cochasqui tomaba fuerza la valerosa hija
del rey de Quito "Pacha Duchicela".
De p***to la batalla llego hasta ríos y lagos cerca de Otavalo "Batalla lacustre sin igual en la
historia americana', Nazacota Puento (cacique de Cayambe) habla hecho construir andamies
en árboles y en el mismo lago, mientras Huayna Cápac hizo traer embarcaciones de junco de
un lago vecino que más tarde se conocerla como Lago San Pablo.
Miles perdieron la vida en la cruel batalla, con la piel del capitán Pintac se ordenó hacer un
tambor rindiendo un gran homenaje a este guerrero de corazón. Quienes no murieron
ahogados fueron degollados en el lugar siniestro desde entonces llamado "Yahuarcocha" (o Lago de Sangre).