Hoy pedí prestada una libreta donde escribir
Para decir pedir.
Pedí palabras que aún no estaban inventadas,
Para tocar pedir.
Las manos que saque de entre dos aguas,
La voz del que en la isla nos callaba.
Pedí el atrevimiento de una loca y por pedir, pedí.
Pedí,
Que nadie como yo entienda tus maneras cuando hablen
Ni sepa más que yo de tus detalles
Que tu único consuelo sea mirarme
Y que sepas de una vez que antes que nadie,
Yo soy el prisionero de tus carnes.
Y por pedir, pedí.
Pedí la fe del que rezaba,
El amor de aquel que no olvidaba,
Pedí el valor, el que solo le queda esperanza.
Pedí la gloria del que espera en las trincheras,
Para llorar pedí,
La lagrima que inunda los desiertos,
La tinta de Antonio Gala,
Pedí el recibimiento de mi almohada.
Y por pedir, pedí
Pedí,
Que nadie como yo entienda tus maneras cuando hablen
Ni sepa más que yo de tus detalles
Que tu único consuelo sea mirarme
Y que sepas de una vez que antes que nadie,
Yo soy el prisionero de tus carnes.
Por pedir pedí.
Y nadie como yo entienda tus maneras cuando hablen
Ni sepa más que yo de tus detalles
Que tu único consuelo sea mirarme
Y que sepas de una vez que antes que nadie,
Yo soy el prisionero de tus carnes.
Y por pedir, pedí.
Para decir pedir.
Pedí palabras que aún no estaban inventadas,
Para tocar pedir.
Las manos que saque de entre dos aguas,
La voz del que en la isla nos callaba.
Pedí el atrevimiento de una loca y por pedir, pedí.
Pedí,
Que nadie como yo entienda tus maneras cuando hablen
Ni sepa más que yo de tus detalles
Que tu único consuelo sea mirarme
Y que sepas de una vez que antes que nadie,
Yo soy el prisionero de tus carnes.
Y por pedir, pedí.
Pedí la fe del que rezaba,
El amor de aquel que no olvidaba,
Pedí el valor, el que solo le queda esperanza.
Pedí la gloria del que espera en las trincheras,
Para llorar pedí,
La lagrima que inunda los desiertos,
La tinta de Antonio Gala,
Pedí el recibimiento de mi almohada.
Y por pedir, pedí
Pedí,
Que nadie como yo entienda tus maneras cuando hablen
Ni sepa más que yo de tus detalles
Que tu único consuelo sea mirarme
Y que sepas de una vez que antes que nadie,
Yo soy el prisionero de tus carnes.
Por pedir pedí.
Y nadie como yo entienda tus maneras cuando hablen
Ni sepa más que yo de tus detalles
Que tu único consuelo sea mirarme
Y que sepas de una vez que antes que nadie,
Yo soy el prisionero de tus carnes.
Y por pedir, pedí.