Con mi guitarra en la mano
voy a cantar el corrido,
de un general afamado
por todos muy conocido.
Nació Emiliano Zapata
en un risueño pueblito,
del estado de Morelos
que se llama Anenecuilco.
En mil novecientos once
en armas se levantaba,
allá en la sierra suriana
Don Emiliano Zapata.
Militaban en sus filas
Perdomo, que era el primero,
el temerario Barona
y el valiente Genovevo.
Detrás de los tecorrales
con su gente bien armada,
peleaba contra Carranza
defendiendo el Plan de Ayala.
Montaba brioso caballo
que era de muy buena alzada,
un cuaco lobo gateado
con herraduras de plata.
En Chinameca murió
el agrarista suriano,
por la villana traición
del carrancista Guajardo.
Ya con ésta me despido
ya me voy por el sendero,
aquí se acaba el corrido
del valiente guerrillero.
También a Eufemio Zapata
y al general Salazar,
los dos hermanos Arenas
y Don Jesús Capistrán.
voy a cantar el corrido,
de un general afamado
por todos muy conocido.
Nació Emiliano Zapata
en un risueño pueblito,
del estado de Morelos
que se llama Anenecuilco.
En mil novecientos once
en armas se levantaba,
allá en la sierra suriana
Don Emiliano Zapata.
Militaban en sus filas
Perdomo, que era el primero,
el temerario Barona
y el valiente Genovevo.
Detrás de los tecorrales
con su gente bien armada,
peleaba contra Carranza
defendiendo el Plan de Ayala.
Montaba brioso caballo
que era de muy buena alzada,
un cuaco lobo gateado
con herraduras de plata.
En Chinameca murió
el agrarista suriano,
por la villana traición
del carrancista Guajardo.
Ya con ésta me despido
ya me voy por el sendero,
aquí se acaba el corrido
del valiente guerrillero.
También a Eufemio Zapata
y al general Salazar,
los dos hermanos Arenas
y Don Jesús Capistrán.