Tabernero, que idiotizas con tus brebajes de fuego,
¡sigue llenando mi copa con tu maldito veneno!
Hasta verme como loco revolcándome en el suelo.
¡Sigue llenando mi copa, buen amigo tabernero!
Cuando me veas borracho,
canturreando un tango obsceno
entre blasfemias y risas
armar camorra a los ebrios.
¡No me arrojes a la calle,
buen amigo tabernero,
ten en cuenta que me embriago
con tu maldito veneno!...
Todos los que son borrachos
no es por el gusto de serlo,
sólo Dios conoce el alma
que palpita en cada ebrio.
Sigue llenando mi copa,
que yo no tengo remedio.
¡sigue llenando mi copa con tu maldito veneno!
Hasta verme como loco revolcándome en el suelo.
¡Sigue llenando mi copa, buen amigo tabernero!
Cuando me veas borracho,
canturreando un tango obsceno
entre blasfemias y risas
armar camorra a los ebrios.
¡No me arrojes a la calle,
buen amigo tabernero,
ten en cuenta que me embriago
con tu maldito veneno!...
Todos los que son borrachos
no es por el gusto de serlo,
sólo Dios conoce el alma
que palpita en cada ebrio.
Sigue llenando mi copa,
que yo no tengo remedio.