(recitado)
Hoy vuelve como de un sueño,
de aquel pasado, tu esencia.
Ah!... Mil novecientos diez,
tiempo flor de mi existencia.
Suena en esta noche un tango lerdo
y a los recuerdos me voy atando.
Y es que cuando escucho un tango de ley
yo estoy con él mano a mano.
Lo aprendí a bailar cuando muchacho
y, desde entonces, ya no lo pierdo.
Yo vivo de mis recuerdos
y soy del tiempo de ayer.
Mil novecientos diez
un patio de arrabal,
bajo el parral,
milongón de orilla.
Lolita y el Marqués
al son de su compás
bailando hacían
mil maravillas.
Allí la conocí,
Allí, al final, le di
mi corazón de bravo varón,
pero se fue un invierno,
yo que era fuerte,
lloré mi suerte.
Hoy busco en su compás
olvido y nada más
porque ya ven
no la sé olvidar.
Hoy vuelve como de un sueño,
de aquel pasado, tu esencia.
Ah!... Mil novecientos diez,
tiempo flor de mi existencia.
Suena en esta noche un tango lerdo
y a los recuerdos me voy atando.
Y es que cuando escucho un tango de ley
yo estoy con él mano a mano.
Lo aprendí a bailar cuando muchacho
y, desde entonces, ya no lo pierdo.
Yo vivo de mis recuerdos
y soy del tiempo de ayer.
Mil novecientos diez
un patio de arrabal,
bajo el parral,
milongón de orilla.
Lolita y el Marqués
al son de su compás
bailando hacían
mil maravillas.
Allí la conocí,
Allí, al final, le di
mi corazón de bravo varón,
pero se fue un invierno,
yo que era fuerte,
lloré mi suerte.
Hoy busco en su compás
olvido y nada más
porque ya ven
no la sé olvidar.