Andrés Calamaro.
Otra vez el huracán conoce su conciencia,
como le pasó a Juan
el super "qué dirán", la c**pa destilada en cubas de roble,
y las palabritas que ahora resultan demasiado nobles,
y el dedo que lo acusa, todo es al pedo,
cómo preparar una confesión si sólo fue animalización
Somos resultado de la suma de sangre y espuma,
de las ganas contenidas de garchar de nuestros anteriores
¿Qué honores esperan los animales
al hacerse cargo del asco de la sociedad?
de lo más prohibido
Nadie los va a aplaudir,
ojalá los ensucie el olvido
Se dan cuenta, pero prefieren reír que llorar,
sacar pecho de vampiro, o pegarse un tiro, o no, o no...
Debe ser el corte, ese nuevo corte careta,
debe ser la anfeta,
una conveniente conclusión
para una canción
Otra vez el huracán conoce su conciencia,
como le pasó a Juan
el super "qué dirán", la c**pa destilada en cubas de roble,
y las palabritas que ahora resultan demasiado nobles,
y el dedo que lo acusa, todo es al pedo,
cómo preparar una confesión si sólo fue animalización
Somos resultado de la suma de sangre y espuma,
de las ganas contenidas de garchar de nuestros anteriores
¿Qué honores esperan los animales
al hacerse cargo del asco de la sociedad?
de lo más prohibido
Nadie los va a aplaudir,
ojalá los ensucie el olvido
Se dan cuenta, pero prefieren reír que llorar,
sacar pecho de vampiro, o pegarse un tiro, o no, o no...
Debe ser el corte, ese nuevo corte careta,
debe ser la anfeta,
una conveniente conclusión
para una canción