¡Vámonos para la feria
una franca animación!
Echa a volar las campanas
de la blanca población.
¡Vamos a la feria a Cuautla!
Zapata se adelantó.
A la feria entró moviendo
su Penco galopador.
Torres Burgos y Merino
están ya en la población,
y los tres han prometido
hacer la Revolución,
hacer la Revolución.
Vamos a la feria, niña
olvidemos el dolor
la miseria de los campos
y las angustias del peón.
Los indios, los aparceros,
al influjo del alcohol
olvidan por un momento
la injusticia del patrón.
Era el novecientos once,
en Cuaresma del Señor,
era en el segundo viernes
que el calendario marcó,
que el calendario marcó.
Cuando la feria de Cuautla
ya casi se terminó
Burgos, Zapata y Merino
ponen a prueba el valor.
Villa de Ayala los mira
predicar la insurrección,
y organizar en guerrillas
setenta hombres, lo mejor.
En Cuautla la feria muere,
la guitarra enmudeció,
y en el palenque se trunca
la voz del anunciador.
Por Quilamula se van
buscando liberación
Burgos, Zapata y Merino
en franca Revolución,
en franca Revolución.
una franca animación!
Echa a volar las campanas
de la blanca población.
¡Vamos a la feria a Cuautla!
Zapata se adelantó.
A la feria entró moviendo
su Penco galopador.
Torres Burgos y Merino
están ya en la población,
y los tres han prometido
hacer la Revolución,
hacer la Revolución.
Vamos a la feria, niña
olvidemos el dolor
la miseria de los campos
y las angustias del peón.
Los indios, los aparceros,
al influjo del alcohol
olvidan por un momento
la injusticia del patrón.
Era el novecientos once,
en Cuaresma del Señor,
era en el segundo viernes
que el calendario marcó,
que el calendario marcó.
Cuando la feria de Cuautla
ya casi se terminó
Burgos, Zapata y Merino
ponen a prueba el valor.
Villa de Ayala los mira
predicar la insurrección,
y organizar en guerrillas
setenta hombres, lo mejor.
En Cuautla la feria muere,
la guitarra enmudeció,
y en el palenque se trunca
la voz del anunciador.
Por Quilamula se van
buscando liberación
Burgos, Zapata y Merino
en franca Revolución,
en franca Revolución.