Una danza para celebrar,
para verte aparecer.
En el tiempo de la rotación,
mi dolor fue un mantra.
Al exilio de toda ilusión,
mi tragedia fue creer.
Todo exilio es una tentación
hacia el paraíso.
¿Cuanto falta para terminar
con el mundo entre tus pies?
Di mi carne por una canción,
y me dieron redención.
Aturdido por la sombra voy,
por un sueño, y por saber
que se siente ser un corazón,
que no muere al borde.
Calma,
por el desierto viajaremos.
Será nuestra promesa
nuestra tumba, nuestro hogar.
Y al final,
Correr el antifaz.
¿No ves que no puedo ver?
¿no ves que no quiero ver?
Murmurando abajo de la luna
te invoqué al alba,
para que me toque tu calor de amanecer,
para hablar.
Pero al fin recuerdo que no puedo retener,
el tiempo.
que solo se detiene para volver a iniciar,
el ritual de rotar.
Si un minuto antes de nacer
me dijeran como es,
volvería como el resplandor
que florece hasta caer.
Y a la imagen de mi adoración
dejaría de correr,
como al último ritual del sol,
antes de volver a nacer.
para verte aparecer.
En el tiempo de la rotación,
mi dolor fue un mantra.
Al exilio de toda ilusión,
mi tragedia fue creer.
Todo exilio es una tentación
hacia el paraíso.
¿Cuanto falta para terminar
con el mundo entre tus pies?
Di mi carne por una canción,
y me dieron redención.
Aturdido por la sombra voy,
por un sueño, y por saber
que se siente ser un corazón,
que no muere al borde.
Calma,
por el desierto viajaremos.
Será nuestra promesa
nuestra tumba, nuestro hogar.
Y al final,
Correr el antifaz.
¿No ves que no puedo ver?
¿no ves que no quiero ver?
Murmurando abajo de la luna
te invoqué al alba,
para que me toque tu calor de amanecer,
para hablar.
Pero al fin recuerdo que no puedo retener,
el tiempo.
que solo se detiene para volver a iniciar,
el ritual de rotar.
Si un minuto antes de nacer
me dijeran como es,
volvería como el resplandor
que florece hasta caer.
Y a la imagen de mi adoración
dejaría de correr,
como al último ritual del sol,
antes de volver a nacer.