¡Qué confort, Mamma mía! Las cuatro ruedas del Gambertuni 200 se desplazan con garbo por las rutas justicialistas. En los cómodos asientos traseros, vemos asomar la punta de un cenicero. Las ventanillas subibles y bajables le dan, con su manija en forma de "S", todo el candor que un automotor precisa en la era moderna. Los frenos. Tan necesarios como el mismísimo motor, son probados personalmente por el mismísimo Obodulio Granetto. "Sí, yo lo certifico. Pruebo uno por uno los frenos del Gambertuni 200, y digo que son muy de calidad." Haga como Pinky; elija el automóvil de avanzada que el mismo Conde Ñeñurburgring quiere tener en su colección privada. Gambertuni 2000, el auto pop que Perón creó. "Gambertuuni, el más mejooor-auto que hay