Te soñé y en tu rostro gentil hasta pude ver tu sonrisa sutil, quise ser
como niño otra vez echando a correr bajo lluvia de abril
y llegar empapado a tus brazos, por sentir el calor maternal de tu abrazo.
Te soñé con tu andar señoril y te pude ver solamente el perfil,
te pasé para verte después desaparecer vestidita de añil
y te quise atrapar en mis sueños, pero echaste a volar en las alas de viento.
Y desperté aun sintiendo el aroma de tu piel, buscándote en las sombras que están fijas en la pared.
Te soñé, como un ángel azul al amanecer, vestidita de tul
y lloré al mirarte después desaparecer, sobre un rayo de luz
y te quise atrapar en mis sueños, pero echaste a volar en las alas del viento.
Y desperté aun sintiendo el aroma de tu piel, buscándote en las sombras que están fijas en la pared.
Y desperté con los labios resecos por la sed, sintiéndote como lluvia de abril, dándome de beber
y es que llevo en el alma una huella de amor que no
morirá.
Y desperté aun sintiendo el aroma de tu piel, buscándote en las
sombras que están fijas en la pared,
y desperté con los labios resecos por la sed sintiéndote como lluvia de abril dándome de beber.
como niño otra vez echando a correr bajo lluvia de abril
y llegar empapado a tus brazos, por sentir el calor maternal de tu abrazo.
Te soñé con tu andar señoril y te pude ver solamente el perfil,
te pasé para verte después desaparecer vestidita de añil
y te quise atrapar en mis sueños, pero echaste a volar en las alas de viento.
Y desperté aun sintiendo el aroma de tu piel, buscándote en las sombras que están fijas en la pared.
Te soñé, como un ángel azul al amanecer, vestidita de tul
y lloré al mirarte después desaparecer, sobre un rayo de luz
y te quise atrapar en mis sueños, pero echaste a volar en las alas del viento.
Y desperté aun sintiendo el aroma de tu piel, buscándote en las sombras que están fijas en la pared.
Y desperté con los labios resecos por la sed, sintiéndote como lluvia de abril, dándome de beber
y es que llevo en el alma una huella de amor que no
morirá.
Y desperté aun sintiendo el aroma de tu piel, buscándote en las
sombras que están fijas en la pared,
y desperté con los labios resecos por la sed sintiéndote como lluvia de abril dándome de beber.