Los hombres de mundo saben todo y no saben nada.
Son falsos videntes, guías extraviados.
Respiran envidia, escupen mezquindad, bebiendo y repartiendo el veneno de la resignación.
Y entonces con la rebeldía domesticada, la podredumbre destroza los cerrojos de una casa, de una oficina, de un barrio, un gobierno, el mundo.
En un día, diez años, dos siglos, un segundo.
Sigan con lo suyo no vienen tan mal...
Hagan su trabajo hombres de mundo.
El mundo fue y será una porquería
ya lo sé.
Yo te puedo dar fé
que lo conozco bien.
Yo soy hombre de mundo,
yo te voy aconsejar.
Sentáte por acá;
calláte y escuchá.
Te falta conocer los desengaños
que te dan los años,
y eso es una ciencia.
Y a vos que sos un gil sin experiencia,
un par de cositas, te voy a decir.
Desde que este mundo es mundo
las cosas son como son.
Y no hay nada, te aseguro,
nada nuevo bajo el sol.
Ya vas a ver que eso es así.
Cuando vos fuiste yo ya volví.
¡Si habré visto papanatas
y vejigas como vos,
sacudiendo la melena y cantando rocanrol!
Pero al crecer, el chiquilín,
se puso un traje y un maletín.
A los dieciocho años
todos quieren ser el Ché.
Y después llegan las cuentas,
los botijas, los cuarenta
y se dejan de joder.
Yo conozco bien la gente
No hay derecho ni decente
Que no se lleve la de él
despertate no seas necio
cada cual tiene su precio
Que te caigas del trapecio
Todo el mundo vino a ver
Jugar limpio es peligroso
Arrimate al poderoso
que es más fácil arreglar
No te esfuerces por lo tuyo
Eso es cosa para giles
Avivate y destruile
El trabajo a los demás
Nadie te regala nada
No es negocio la franqueza
Aplastales la cabeza
No seas gil no des changuí
Ya te va a llegar el día
De mirarte en el espejo
descubriendo que los golpes
te volvieron malo y viejo
vas a comprender cansado
que te transformaste en mí
no te subas al trapecio
no regales tus abrazos
nunca mires a los ojos
nunca digas tu opinión
no llorés, no te conmuevas,
no perdones al caído
atacalo por la espalda
desconfiá de tus amigos
y aunque estes equivocado
nunca pidas el perdón
No hay manera de caerte
Si te quedás en el suelo
Ni que te desilusionen
Si no tenés ilusión
Si total van a bajarte
Para que intentar el vuelo
Vos no quieras nunca a nadie
Y nunca estarás de duelo
Pa que nadie te traicione
No abras nunca el corazón
Para que vas a arriesgarte
Si la tuya está segura
Para que cambiar el mundo
Si ya sabés que es así
Para que vas a pelearte
Con la enorme desventura
Si total van a enterrarte
Pa que probar la locura
La locura innecesaria
Y riesgosa de vivir.
Vivir,
aunque no sepas vivir
Aunque te cueste morir
Sobre estas tierras
Vivir,
en esta jungla infernal
Bajo un reloj demencial
Detrás de un sueño
Con la verdad
Como candil
Contra el traidor
Contra el servil
Nadie te puede decir adonde ir
Nadie te marca el destino
Nadie te puede enseñar como vivir
Nadie conoce el camino
Hombres de mundo preparan su festín
Van a pedir tu cabeza
Que cada buitre se lleve su botín
Me quedo con mi pobreza
Mi libertad
Mi cielo azul
Mi ángel guardián
La cruz del sur
Un corazón
Que compartir
La bendición
De ser feliz
Son falsos videntes, guías extraviados.
Respiran envidia, escupen mezquindad, bebiendo y repartiendo el veneno de la resignación.
Y entonces con la rebeldía domesticada, la podredumbre destroza los cerrojos de una casa, de una oficina, de un barrio, un gobierno, el mundo.
En un día, diez años, dos siglos, un segundo.
Sigan con lo suyo no vienen tan mal...
Hagan su trabajo hombres de mundo.
El mundo fue y será una porquería
ya lo sé.
Yo te puedo dar fé
que lo conozco bien.
Yo soy hombre de mundo,
yo te voy aconsejar.
Sentáte por acá;
calláte y escuchá.
Te falta conocer los desengaños
que te dan los años,
y eso es una ciencia.
Y a vos que sos un gil sin experiencia,
un par de cositas, te voy a decir.
Desde que este mundo es mundo
las cosas son como son.
Y no hay nada, te aseguro,
nada nuevo bajo el sol.
Ya vas a ver que eso es así.
Cuando vos fuiste yo ya volví.
¡Si habré visto papanatas
y vejigas como vos,
sacudiendo la melena y cantando rocanrol!
Pero al crecer, el chiquilín,
se puso un traje y un maletín.
A los dieciocho años
todos quieren ser el Ché.
Y después llegan las cuentas,
los botijas, los cuarenta
y se dejan de joder.
Yo conozco bien la gente
No hay derecho ni decente
Que no se lleve la de él
despertate no seas necio
cada cual tiene su precio
Que te caigas del trapecio
Todo el mundo vino a ver
Jugar limpio es peligroso
Arrimate al poderoso
que es más fácil arreglar
No te esfuerces por lo tuyo
Eso es cosa para giles
Avivate y destruile
El trabajo a los demás
Nadie te regala nada
No es negocio la franqueza
Aplastales la cabeza
No seas gil no des changuí
Ya te va a llegar el día
De mirarte en el espejo
descubriendo que los golpes
te volvieron malo y viejo
vas a comprender cansado
que te transformaste en mí
no te subas al trapecio
no regales tus abrazos
nunca mires a los ojos
nunca digas tu opinión
no llorés, no te conmuevas,
no perdones al caído
atacalo por la espalda
desconfiá de tus amigos
y aunque estes equivocado
nunca pidas el perdón
No hay manera de caerte
Si te quedás en el suelo
Ni que te desilusionen
Si no tenés ilusión
Si total van a bajarte
Para que intentar el vuelo
Vos no quieras nunca a nadie
Y nunca estarás de duelo
Pa que nadie te traicione
No abras nunca el corazón
Para que vas a arriesgarte
Si la tuya está segura
Para que cambiar el mundo
Si ya sabés que es así
Para que vas a pelearte
Con la enorme desventura
Si total van a enterrarte
Pa que probar la locura
La locura innecesaria
Y riesgosa de vivir.
Vivir,
aunque no sepas vivir
Aunque te cueste morir
Sobre estas tierras
Vivir,
en esta jungla infernal
Bajo un reloj demencial
Detrás de un sueño
Con la verdad
Como candil
Contra el traidor
Contra el servil
Nadie te puede decir adonde ir
Nadie te marca el destino
Nadie te puede enseñar como vivir
Nadie conoce el camino
Hombres de mundo preparan su festín
Van a pedir tu cabeza
Que cada buitre se lleve su botín
Me quedo con mi pobreza
Mi libertad
Mi cielo azul
Mi ángel guardián
La cruz del sur
Un corazón
Que compartir
La bendición
De ser feliz