Yo soy la Morocha
la más agraciada,
la más renombrada
de esta población.
Soy la que al paisano
muy de madrugada
brinda un cimarron.
Yo, con dulce acento,
junto a mi ranchito,
canto un estilito
con tierna pasion,
mientras que mi dueño
sale al trotecito
en su redomon.
Soy la morocha argentina,
la que no siente pesares,
y alegre pasa la vida
con sus cantares.
Soy la gentil compañera
del noble gaucho porteño,
la que conserva la vida
para su dueño.
Yo soy la morocha
de mirar ardiente,
la que en su alma siente
el fuego de amor.
Soy la que al criollito
mas noble y valiente
ama con ardor.
En mi amado rancho,
bajo la enramada
en noche plateada,
con dulce emoción
le canto al pampero,
a mi patria amada
y a mi fiel amor.
Soy la morocha argentina,
la que no siente pesares
y alegre pasa la vida
con sus cantares.
Soy la gentil compañera
del noble gaucho porteño,
la que conserva el cariño
para su dueño
la más agraciada,
la más renombrada
de esta población.
Soy la que al paisano
muy de madrugada
brinda un cimarron.
Yo, con dulce acento,
junto a mi ranchito,
canto un estilito
con tierna pasion,
mientras que mi dueño
sale al trotecito
en su redomon.
Soy la morocha argentina,
la que no siente pesares,
y alegre pasa la vida
con sus cantares.
Soy la gentil compañera
del noble gaucho porteño,
la que conserva la vida
para su dueño.
Yo soy la morocha
de mirar ardiente,
la que en su alma siente
el fuego de amor.
Soy la que al criollito
mas noble y valiente
ama con ardor.
En mi amado rancho,
bajo la enramada
en noche plateada,
con dulce emoción
le canto al pampero,
a mi patria amada
y a mi fiel amor.
Soy la morocha argentina,
la que no siente pesares
y alegre pasa la vida
con sus cantares.
Soy la gentil compañera
del noble gaucho porteño,
la que conserva el cariño
para su dueño