La mañana quiere irse
con el río al horizonte
en una sonrisa de aguas,
pero la prenden al cielo,
a manera de alfileres,
melodiosos, los cantos
de los pájaros. Se queda
igual que una niña agreste
colgada por el encanto
absorta mirando el río.
con el río al horizonte
en una sonrisa de aguas,
pero la prenden al cielo,
a manera de alfileres,
melodiosos, los cantos
de los pájaros. Se queda
igual que una niña agreste
colgada por el encanto
absorta mirando el río.