Bajo un brillo de esplendor cimentado en la crueldad
No ha e ser coyuntural lo profuso del dolor.
Ciego adrede ante el error, sedentario en lo mental,
De elegir se elige el mal; en teoria, el mal menor.
Sin mirar atras jamas, y con gran constancia,
Palmo a palmo se emponzoña el brío con desgracias.
El respeto obligado degenera en miedos
Que, por todo rol, deben ser germen de ignorancia.
Con el sello de una edad donde nada es lo peor,
So tolera sin horror ver cualquier atrocidad.
Frente a la diversidad, entre dudas y ambicion,
Por "divina inspiracion" nace un odio elemental.
Dignos exponentes del espiritu de un tiempo
Que prospera cruel manipulando sus preceptos.
Es un concepto mudo pero omnipresente
El que nada se puede, en defensa de nada.
Con apatía es que se enclaustra el presente,
Y con veneno es que se escribe el mañana.
Viejo equilibrio....
Se necesita aplastar para honrar el martirio...
Sin ingenio y con tesón, abrazar lo espiritual;
Solo un manto ornamental, misticismo hecho razon.
Y al capricho de algun dios se atribuyen sin pesar
Arrebatos de piedad, como de brutal rencor.
No ha e ser coyuntural lo profuso del dolor.
Ciego adrede ante el error, sedentario en lo mental,
De elegir se elige el mal; en teoria, el mal menor.
Sin mirar atras jamas, y con gran constancia,
Palmo a palmo se emponzoña el brío con desgracias.
El respeto obligado degenera en miedos
Que, por todo rol, deben ser germen de ignorancia.
Con el sello de una edad donde nada es lo peor,
So tolera sin horror ver cualquier atrocidad.
Frente a la diversidad, entre dudas y ambicion,
Por "divina inspiracion" nace un odio elemental.
Dignos exponentes del espiritu de un tiempo
Que prospera cruel manipulando sus preceptos.
Es un concepto mudo pero omnipresente
El que nada se puede, en defensa de nada.
Con apatía es que se enclaustra el presente,
Y con veneno es que se escribe el mañana.
Viejo equilibrio....
Se necesita aplastar para honrar el martirio...
Sin ingenio y con tesón, abrazar lo espiritual;
Solo un manto ornamental, misticismo hecho razon.
Y al capricho de algun dios se atribuyen sin pesar
Arrebatos de piedad, como de brutal rencor.