Después que canta, el hombre queda solo,
solo en la soledad de su cabeza,
solo en la soledad de las butacas
y una mortaja de aire hace silencio.
Sabe que ahora, de p***to, se hace luego,
aunque después que cante quede ciego.
Se mira entonces la guitarra y se le guiña un ojo.
Qué no sabrán del abandono la guitarras.
Después que canta, el hombre queda solo,
pues cada uno regresa a sus pisadas.
Le dejan las palabras en la alfombra.
La hora de la palabra fue la escena.
Sabe que ahora, de p***to, se hace luego,
aunque después que cante quede ciego.
Después que canta, el hombre queda solo,
sobreviviendo a igual incertidumbre.
Pero de nuevo ordena sus conciertos
como un ángel postizo que insistiese.
Sabe que ahora, de p***to, se hace luego,
aunque después que cante quede ciego.
solo en la soledad de su cabeza,
solo en la soledad de las butacas
y una mortaja de aire hace silencio.
Sabe que ahora, de p***to, se hace luego,
aunque después que cante quede ciego.
Se mira entonces la guitarra y se le guiña un ojo.
Qué no sabrán del abandono la guitarras.
Después que canta, el hombre queda solo,
pues cada uno regresa a sus pisadas.
Le dejan las palabras en la alfombra.
La hora de la palabra fue la escena.
Sabe que ahora, de p***to, se hace luego,
aunque después que cante quede ciego.
Después que canta, el hombre queda solo,
sobreviviendo a igual incertidumbre.
Pero de nuevo ordena sus conciertos
como un ángel postizo que insistiese.
Sabe que ahora, de p***to, se hace luego,
aunque después que cante quede ciego.