Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Salgo por lo alto y puedo ver lo que pasa.
Rasta lleva un tiempo cuidándome la espalda.
De tus mentiras, tus conspiraciones,
de las pestilencias que sueltan tus noches.
Ya me voy sintiendo listo para el viaje,
sé que no voy solo y que esta ruta no es fácil.
Suenan las canciones disparando acordes.
Desplego mis alas, voy directo hacia el monte.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Llega la mañana y siento que la brisa es suave,
hora de estar listo, comenzar otro viaje.
Rasta lleva un tiempo cuidándome la espalda,
como un San Jorge empuñando su lanza.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Chalice, chalice, chalice...
Chalice, chalice, chalice...
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Salgo por lo alto y puedo ver lo que pasa.
Rasta lleva un tiempo cuidándome la espalda.
De tus mentiras, tus conspiraciones,
de las pestilencias que sueltan tus noches.
Ya me voy sintiendo listo para el viaje,
sé que no voy solo y que esta ruta no es fácil.
Suenan las canciones disparando acordes.
Desplego mis alas, voy directo hacia el monte.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Llega la mañana y siento que la brisa es suave,
hora de estar listo, comenzar otro viaje.
Rasta lleva un tiempo cuidándome la espalda,
como un San Jorge empuñando su lanza.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Con mi chalice puedo desplegar, al fin,
mis alas mentales que me lleven hasta ti.
Chalice, chalice, chalice...
Chalice, chalice, chalice...