Alfonso Esparza Oteo (México)
Por unos ojos muy negros, igual que penas de amores
hace tiempo tuve anhelos, alegrías y sinsabores
y al dejarlos algún día, me decían así llorando
no te olvides vida mía, de lo que te estoy cantando.
Un viejo amor,
ni se olvida ni se deja;
un viejo amor,
de nuestra alma si se aleja, pero nunca dice adiós.
Ha pasado mucho tiempo, y otra vez vi aquellos ojos;
me miraron con despego, sin amor y sin enojos,
y al notar ese desprecio, de ojos que a mí me lloraron,
pregunté si con el tiempo, sus promesas se olvidaron.
Un viejo amor,
ni se olvida ni se deja;
un viejo amor,
de nuestra alma si se aleja, pero nunca dice adiós.
Un viejo amor...
Por unos ojos muy negros, igual que penas de amores
hace tiempo tuve anhelos, alegrías y sinsabores
y al dejarlos algún día, me decían así llorando
no te olvides vida mía, de lo que te estoy cantando.
Un viejo amor,
ni se olvida ni se deja;
un viejo amor,
de nuestra alma si se aleja, pero nunca dice adiós.
Ha pasado mucho tiempo, y otra vez vi aquellos ojos;
me miraron con despego, sin amor y sin enojos,
y al notar ese desprecio, de ojos que a mí me lloraron,
pregunté si con el tiempo, sus promesas se olvidaron.
Un viejo amor,
ni se olvida ni se deja;
un viejo amor,
de nuestra alma si se aleja, pero nunca dice adiós.
Un viejo amor...