Al maltrato me acostumbré en un rato,
a estar siempre en los bares y a casi nunca dormir.
Yo sin ti no puedo, un día y otro día,
se me escapa la mano, la tengo que perseguir.
El maltrato, si le invito apura el vaso,
para que tienes venas si no te las vas a abrir.
Yo llevaba mi vida recta como una vela,
y un soplo de tu aliento me la volvió a partir.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
Al maltrato me acostumbré en un rato,
a estar siempre en los bares y a casi nunca dormir.
Yo sin ti no puedo, un día y otro día,
se me escapa la mano, la tengo que perseguir.
El maltrato, si le invito apura el vaso,
para que tienes venas si no te las vas a abrir.
Yo llevaba mi vida recta como una vela,
y un soplo de tu aliento me la volvió a partir.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
Al maltrato me acostumbré en un rato,
a estar siempre en los bares y a casi nunca dormir.
Yo sin ti no puedo, un día y otro día,
se me escapa la mano, la tengo que perseguir.
El maltrato, si le invito apura el vaso,
para que tienes venas si no te las vas a abrir.
Yo llevaba mi vida recta como una vela,
y un soplo de tu aliento me la volvió a partir.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
a estar siempre en los bares y a casi nunca dormir.
Yo sin ti no puedo, un día y otro día,
se me escapa la mano, la tengo que perseguir.
El maltrato, si le invito apura el vaso,
para que tienes venas si no te las vas a abrir.
Yo llevaba mi vida recta como una vela,
y un soplo de tu aliento me la volvió a partir.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
Al maltrato me acostumbré en un rato,
a estar siempre en los bares y a casi nunca dormir.
Yo sin ti no puedo, un día y otro día,
se me escapa la mano, la tengo que perseguir.
El maltrato, si le invito apura el vaso,
para que tienes venas si no te las vas a abrir.
Yo llevaba mi vida recta como una vela,
y un soplo de tu aliento me la volvió a partir.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
Al maltrato me acostumbré en un rato,
a estar siempre en los bares y a casi nunca dormir.
Yo sin ti no puedo, un día y otro día,
se me escapa la mano, la tengo que perseguir.
El maltrato, si le invito apura el vaso,
para que tienes venas si no te las vas a abrir.
Yo llevaba mi vida recta como una vela,
y un soplo de tu aliento me la volvió a partir.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.
Y casi siempre que a tu lado estoy rendido,
me hierve la sangre, deseo a otra mujer.
Y casi siempre tengo miedo a acostumbrarme
y para que pararme en la que más amé.