Cuando se nos enciende un fuego preso, / El cuerpo a cuerpo en el que va girando / Hace que en tu fulgor arda mi
cuerpo, / Nos calcina, y así nos va matando / Esa luz repentina, / Quedamos sin aliento / Y justo entonces / La sombra
se ilumina, / Y ya todo es olvido, / Tan dulce y tan violento. / La luz agita nuestro ser perplejo / Y somos devastados
por sus órdenes, / En tal prisión pierde su peso el mundo / Y las llamas se vuelven fuego preso / Y se van liberando /
el fuego y el contento / Revolando en un bando / De besos tan sin tiento / Que no sabemos cuándo / Son fuego, o
agua, o viento, / Revolando en un bando / De besos tan sin tiento / Que pierden el control / Del propio aturdimiento
cuerpo, / Nos calcina, y así nos va matando / Esa luz repentina, / Quedamos sin aliento / Y justo entonces / La sombra
se ilumina, / Y ya todo es olvido, / Tan dulce y tan violento. / La luz agita nuestro ser perplejo / Y somos devastados
por sus órdenes, / En tal prisión pierde su peso el mundo / Y las llamas se vuelven fuego preso / Y se van liberando /
el fuego y el contento / Revolando en un bando / De besos tan sin tiento / Que no sabemos cuándo / Son fuego, o
agua, o viento, / Revolando en un bando / De besos tan sin tiento / Que pierden el control / Del propio aturdimiento