A lo lejos sube la polvareda
ademán del aire sobre la tierra,
seña del horizonte que me hace el monte y el arenal
donde empieza el camino y este destino de andar y andar.
Si no me recuerdan cuando yo vuelva
les dejo esta zamba contra el olvido
porque la ausencia mata y el solo muere de soledad,
para que no se olviden, me llevo el vicio de no olvidar.
El que anda solo ve en el humo una paloma,
un sueño allá, donde no se puede llegar;
yo lo voy a buscar por cielo, tierra y mar,
entre paloma y humo y aunque parezca polvaderal.
Porque yo te busco tiene el camino
no sólo distancia sino sentido
y aunque me cueste hallarte voy a morirme de caminar;
sé que me andás buscando porque te he visto la soledad.
Detrás de una noche de larga luna
me madruga el cielo de tu ternura
y cuando raya el día tus ojos salen a madrugar
y en todos los caminos la ausencia es sólo polvaderal.
Letra: Armando Tejada Gómez
Música: Chacho Echenique
ademán del aire sobre la tierra,
seña del horizonte que me hace el monte y el arenal
donde empieza el camino y este destino de andar y andar.
Si no me recuerdan cuando yo vuelva
les dejo esta zamba contra el olvido
porque la ausencia mata y el solo muere de soledad,
para que no se olviden, me llevo el vicio de no olvidar.
El que anda solo ve en el humo una paloma,
un sueño allá, donde no se puede llegar;
yo lo voy a buscar por cielo, tierra y mar,
entre paloma y humo y aunque parezca polvaderal.
Porque yo te busco tiene el camino
no sólo distancia sino sentido
y aunque me cueste hallarte voy a morirme de caminar;
sé que me andás buscando porque te he visto la soledad.
Detrás de una noche de larga luna
me madruga el cielo de tu ternura
y cuando raya el día tus ojos salen a madrugar
y en todos los caminos la ausencia es sólo polvaderal.
Letra: Armando Tejada Gómez
Música: Chacho Echenique