Me advirtieron los amigos:
cuídate de esa muchacha,
no es tu novia por amor,
finge todo lo que siente,
piensa solo acomodarse,
me dijeron los amigos.
Yo con todos me enfadaba
y sin pensar les insultaba
y como no,
carcomidos por la envidia,
¿no entendéis que ella es sincera?
Y aunque sé,
aunque se casara solo por dinero
qué os importa.
Y qué tenéis dentro del cuerpo,
Vaya amigos que me encuentro,
siempre hablando y criticando.
¿No os importa que la adore?
Si me basta que se quede
una vida junto a mí,
yo la amo tanto,
y la amaré.
La he vestido con visones,
adornado los diamantes,
la he colmado de regalos.
A la larga sus caprichos
vaciaron mis bolsillos
y quemaron mis ahorros.
Para colmo de mis males
me he empeñado hasta los huesos por amor.
Y ella dice:
Pues si fueras todo un hombre, robarías.
Pero me han cogido a la primera
en la frontera, alguien me delató.
Y qué me importa la vida.
Si mientras se me llevaban
ví que un hombre a su espalda
en un coche la esperaba.
Ella con sus blancas manos
otra mano acariciaba,
oyó mi llanto, y ni se volvió.
Y estar dentro es un infierno,
uno piensa tantas cosas
encerrado en su silencio.
Mi corazón no aceptaba
un amor con tan mal fin
ni que quisiera perdonarla.
Finalmente ya estoy fuera.
Yo no era un delincuente
hasta que
comprendiendo sus traiciones
la he cogido por el cuello
y se acabó.
La apreté tan fuerte
que sus ojos ya no vieron mas la luz.
Y qué me importa la vida,
si mientras se me llevaban
ví sus manos que eran blancas
y su piel tornóse fría.
Y qué me importa la vida,
si mientras se me llevaban
ví sus manos que eran frías
y su piel tornóse blanca.
Y qué me importa la vida,
si mientras se me llevaban
la maestra me pegaba.
Y qué me importa la vida,
si sus manos eran blancas
y un tren baja la niebla,
la maestra me pegaba.
Manos, trenes, blanca niebla,
no no no!
cuídate de esa muchacha,
no es tu novia por amor,
finge todo lo que siente,
piensa solo acomodarse,
me dijeron los amigos.
Yo con todos me enfadaba
y sin pensar les insultaba
y como no,
carcomidos por la envidia,
¿no entendéis que ella es sincera?
Y aunque sé,
aunque se casara solo por dinero
qué os importa.
Y qué tenéis dentro del cuerpo,
Vaya amigos que me encuentro,
siempre hablando y criticando.
¿No os importa que la adore?
Si me basta que se quede
una vida junto a mí,
yo la amo tanto,
y la amaré.
La he vestido con visones,
adornado los diamantes,
la he colmado de regalos.
A la larga sus caprichos
vaciaron mis bolsillos
y quemaron mis ahorros.
Para colmo de mis males
me he empeñado hasta los huesos por amor.
Y ella dice:
Pues si fueras todo un hombre, robarías.
Pero me han cogido a la primera
en la frontera, alguien me delató.
Y qué me importa la vida.
Si mientras se me llevaban
ví que un hombre a su espalda
en un coche la esperaba.
Ella con sus blancas manos
otra mano acariciaba,
oyó mi llanto, y ni se volvió.
Y estar dentro es un infierno,
uno piensa tantas cosas
encerrado en su silencio.
Mi corazón no aceptaba
un amor con tan mal fin
ni que quisiera perdonarla.
Finalmente ya estoy fuera.
Yo no era un delincuente
hasta que
comprendiendo sus traiciones
la he cogido por el cuello
y se acabó.
La apreté tan fuerte
que sus ojos ya no vieron mas la luz.
Y qué me importa la vida,
si mientras se me llevaban
ví sus manos que eran blancas
y su piel tornóse fría.
Y qué me importa la vida,
si mientras se me llevaban
ví sus manos que eran frías
y su piel tornóse blanca.
Y qué me importa la vida,
si mientras se me llevaban
la maestra me pegaba.
Y qué me importa la vida,
si sus manos eran blancas
y un tren baja la niebla,
la maestra me pegaba.
Manos, trenes, blanca niebla,
no no no!