Que bueno!
Que al final... nada salió como esperabas,
Que no, todo pasó como soñabas,
Que no, todo caminó;
¡Que bueno!
Que la vida te haya puesto tantas trabas,
Que no fuera fácil alcanzar tus metas,
Que no todo se te dió,
¡Que bueno!
Si no, nunca hubieras conocido
Toda la fuerza que tienes contigo y
De lo que eres capaz,
¡Que bueno!
Que el amor tomara, tantas lágrimas
Que descubras con dolor cuanto que te falta ,
Para entender lo que es amar,
¡Que bueno!
Que la muerte fuera parte de tu vida,
Que supieras dónde tienes tus heridas,
Y como está tu corazón,
¡Que bueno!
Si no, nunca hubieras entendido
Que ser débil no es ningún motivo ,
Para que no seas feliz
¡Que bueno!
¡Que bueno!
Que con Dios tuviste tus peleas,
Que te fallaron los que son iglesia,
Que tu Fe, fuego pasó;
¡Que bueno!
Que caíste hasta tocar el fondo,
Que descubres al final de todo
Que eres humano como yo;
¡Que bueno!
Porque ahora sabes que mejor es, no buscar;
Que frente a Dios nunca nos servirá un disfraz,
Para recibir su amor,
¡Que bueno!
Que al final de sumas y de restas,
La paradoja que es la vida nuestra,
Se nos permitió vivir,
¡Que bueno!
¡Que bueno!
Que al final... nada salió como esperabas,
Que no, todo pasó como soñabas,
Que no, todo caminó;
¡Que bueno!
Que la vida te haya puesto tantas trabas,
Que no fuera fácil alcanzar tus metas,
Que no todo se te dió,
¡Que bueno!
Si no, nunca hubieras conocido
Toda la fuerza que tienes contigo y
De lo que eres capaz,
¡Que bueno!
Que el amor tomara, tantas lágrimas
Que descubras con dolor cuanto que te falta ,
Para entender lo que es amar,
¡Que bueno!
Que la muerte fuera parte de tu vida,
Que supieras dónde tienes tus heridas,
Y como está tu corazón,
¡Que bueno!
Si no, nunca hubieras entendido
Que ser débil no es ningún motivo ,
Para que no seas feliz
¡Que bueno!
¡Que bueno!
Que con Dios tuviste tus peleas,
Que te fallaron los que son iglesia,
Que tu Fe, fuego pasó;
¡Que bueno!
Que caíste hasta tocar el fondo,
Que descubres al final de todo
Que eres humano como yo;
¡Que bueno!
Porque ahora sabes que mejor es, no buscar;
Que frente a Dios nunca nos servirá un disfraz,
Para recibir su amor,
¡Que bueno!
Que al final de sumas y de restas,
La paradoja que es la vida nuestra,
Se nos permitió vivir,
¡Que bueno!
¡Que bueno!