Ya no me estorba, el ruido al crecer de la hierba
La ruina manando en las fuentes
Ni el aletear de jilgueros que enturbian las venas
Que haciendo leña, de patas de cama y timones
espanto a todas las c**ebras
Y remonto el río a traspies
Si las cuerdas del trapecio las corté
Fue para subir y atarlas, y ver a la luna otra vez
Y volverlas a cortar una y mil veces
Y boquear como los peces, cuando les toca perder
Me desentraño, y el eco suena en la despensa
Yo sé que vendrá a desquitarse
Él sabe que me ha de encotrar por las mismas callejas
Vendiendo tumbos, sin rumbo, coraje ni prisa
Vertiendo minutos de arena
Y haciendo sendero al caer
Y el trapecio me regala calderilla
Para verme de rodillas, pero no le rezaré
De las mechas que ha prendido en la penumbra
Soy la que menos alumbra, y es que nunca quise ver
Y cuando me araña las tripas
La zarza de pena que escondo
Que mezco un ratito en el ancla
Que lastra mi vida y que no llega al fondo
Poco me importa, quizás despojarme del cielo
Que me habita entre la orejas
Si acaso ensuciarme el regazo al parar si se va
Todo a la mierda, reirme entre los lamparones
Y que la humanidad entera mañana, se muera y de igual
No quiero ser más que el esqueleto
De lo que he sido
Que cuenta al oído su penar
Sólo el murmurar de los cimientos enloquecidos
Que nadie ha podido desflorar
La ruina manando en las fuentes
Ni el aletear de jilgueros que enturbian las venas
Que haciendo leña, de patas de cama y timones
espanto a todas las c**ebras
Y remonto el río a traspies
Si las cuerdas del trapecio las corté
Fue para subir y atarlas, y ver a la luna otra vez
Y volverlas a cortar una y mil veces
Y boquear como los peces, cuando les toca perder
Me desentraño, y el eco suena en la despensa
Yo sé que vendrá a desquitarse
Él sabe que me ha de encotrar por las mismas callejas
Vendiendo tumbos, sin rumbo, coraje ni prisa
Vertiendo minutos de arena
Y haciendo sendero al caer
Y el trapecio me regala calderilla
Para verme de rodillas, pero no le rezaré
De las mechas que ha prendido en la penumbra
Soy la que menos alumbra, y es que nunca quise ver
Y cuando me araña las tripas
La zarza de pena que escondo
Que mezco un ratito en el ancla
Que lastra mi vida y que no llega al fondo
Poco me importa, quizás despojarme del cielo
Que me habita entre la orejas
Si acaso ensuciarme el regazo al parar si se va
Todo a la mierda, reirme entre los lamparones
Y que la humanidad entera mañana, se muera y de igual
No quiero ser más que el esqueleto
De lo que he sido
Que cuenta al oído su penar
Sólo el murmurar de los cimientos enloquecidos
Que nadie ha podido desflorar