Mi barriga se llena de aire
y se hinchan mi cara y mis manos.
Mis orejas se vuelven de piedra
y mis ojos turbios como el mar.
No respires la sal de la arena
que llena con pena tus venas.
Que la luna se ponga en tu cuna
y piensa en tus horas.
No respires la sal del mar
que ya sabes que todo engancha,
no me pidas que vuela a hablar
de la vida que pasa.
Si mi pies me pudieran llevar
a la tierra que pisas y ves,
y mi sangre pudiera sangrar
y notar tus latidos que saltan.
Es la lluvia que cae por tu cara
la que no me deja pasar
Y la arena quemada del sol
que no para y mojada es peor.
Ya sé que el dolor es peor
cuando piensas en nada,
si das vueltas, las vuetas vendrán contra ti
y tendrás que mirarte la cara.
Mira mi voy que soy yo
y agarra mi espalda
cuando apriete el calor,
cuando apriete el calor.
y se hinchan mi cara y mis manos.
Mis orejas se vuelven de piedra
y mis ojos turbios como el mar.
No respires la sal de la arena
que llena con pena tus venas.
Que la luna se ponga en tu cuna
y piensa en tus horas.
No respires la sal del mar
que ya sabes que todo engancha,
no me pidas que vuela a hablar
de la vida que pasa.
Si mi pies me pudieran llevar
a la tierra que pisas y ves,
y mi sangre pudiera sangrar
y notar tus latidos que saltan.
Es la lluvia que cae por tu cara
la que no me deja pasar
Y la arena quemada del sol
que no para y mojada es peor.
Ya sé que el dolor es peor
cuando piensas en nada,
si das vueltas, las vuetas vendrán contra ti
y tendrás que mirarte la cara.
Mira mi voy que soy yo
y agarra mi espalda
cuando apriete el calor,
cuando apriete el calor.