Ésta es la historia de un chaval que quiso morir.
Fueron diez años preparando su fin,
la pistola está bajo la almohada.
Dispuesto está sí, dispuesto a disparar.
Delante del espejo escribe su último adiós.
Dejó los cabos bien atados para el dolor,
entre algodones para evitar el temblor
y después en la cama se disparó.
Dios dale el perdón, Dios dale el perdón,
Dios dale el perdón, Dios dale el perdón,
Dios dale el perdón, Dios dale el perdón,
Dios dale el perdón, él nunca creyó.
Fueron diez años preparando su fin,
la pistola está bajo la almohada.
Dispuesto está sí, dispuesto a disparar.
Delante del espejo escribe su último adiós.
Dejó los cabos bien atados para el dolor,
entre algodones para evitar el temblor
y después en la cama se disparó.
Dios dale el perdón, Dios dale el perdón,
Dios dale el perdón, Dios dale el perdón,
Dios dale el perdón, Dios dale el perdón,
Dios dale el perdón, él nunca creyó.