Cosas de bon vivant y de tantos excesos...
Lo siento nena, así me debes tomar
nunca se te ocurra, ni hablar:
no me despiertes antes de las dos jamás.
Mis resacas son de lujo:
Château Latour, Oporto Vintage,
Crystal Roederer, es todo un placer...
Viajo siempre en first class
del Waldorf al Ritz, del Palace al Crillon.
Londres, París, Madrid, Nueva York:
en mis maletas Vuitton.
Condenado al lujo y al fulgor,
soy un clochard, de salón.
Sin cortar, todo color,
todo el mundo toca a mi son.
Si me quieres convencer,
no me conformo con un simple affaire.
Veinte años nada son, oh, nada son:
no más sofisticación.
El baño a 36 grados, ni uno menos.
El Beluga muy frío y con los dedos.
El Armagnac en copa balón
y un Lusitania junto a mi Dupont.
El gin tonic mirando a Hyde Park,
el martini seco en Harry's Bar,
un gin fizz en Chicote, otro en Balmoral
(con seda y alpaca: muy natural).
Cosas de bon vivant y de tantos excesos...
Lo siento nena, así me debes tomar.
Lo siento nena, así me debes tomar.
Lo siento nena, así me debes tomar.
Lo siento nena, así me debes tomar
nunca se te ocurra, ni hablar:
no me despiertes antes de las dos jamás.
Mis resacas son de lujo:
Château Latour, Oporto Vintage,
Crystal Roederer, es todo un placer...
Viajo siempre en first class
del Waldorf al Ritz, del Palace al Crillon.
Londres, París, Madrid, Nueva York:
en mis maletas Vuitton.
Condenado al lujo y al fulgor,
soy un clochard, de salón.
Sin cortar, todo color,
todo el mundo toca a mi son.
Si me quieres convencer,
no me conformo con un simple affaire.
Veinte años nada son, oh, nada son:
no más sofisticación.
El baño a 36 grados, ni uno menos.
El Beluga muy frío y con los dedos.
El Armagnac en copa balón
y un Lusitania junto a mi Dupont.
El gin tonic mirando a Hyde Park,
el martini seco en Harry's Bar,
un gin fizz en Chicote, otro en Balmoral
(con seda y alpaca: muy natural).
Cosas de bon vivant y de tantos excesos...
Lo siento nena, así me debes tomar.
Lo siento nena, así me debes tomar.
Lo siento nena, así me debes tomar.