El pórtico en la Iglesia de San Juan,
y el santo de madera frente a ti,
se hicieron mis amigos, y fueron mis testigos
el día en que nacía nuestro amor.
El santo sonreía bonachón,
y yo, un poco azarado, te miré,
diciendo pocas cosas, sencillas y amorosas,
un día nos queríamos casar en San Juan, en San Juan.
Vuelan, las hojas al viento,
sopla el sentimiento,
sé que p***to volverás a estar aquí,
vuelan como golondrinas,
como golondrinas, que volvieron
al verano que nació en la Iglesia de San Juan.
La tarde poco a poco se perdió,
y un niño que jugaba se marchó,
tus manos en mis manos, tus ojos en mis ojos,
tus labios con mis labios yo besé en San Juan, en San Juan.
Vuelan, las hojas al viento,
sopla el sentimiento,
sé que p***to volverás a estar aquí,
vuelan, como golondrinas,
como golondrinas, que volvieron
al verano que nació en la Iglesia de San Juan.
El pórtico en la Iglesia de San Juan,
y el santo de madera frente a ti,
se hicieron mis amigos, y fueron mis testigos
el día en que nacía nuestro amor.
La tarde poco a poco se perdió,
y un niño que jugaba se marchó,
tus manos en mis manos, tus ojos en mis ojos,
tus labios con mis labios yo besé en San Juan,
en San Juan, en San Juan, en San Juan, en San Juan...
y el santo de madera frente a ti,
se hicieron mis amigos, y fueron mis testigos
el día en que nacía nuestro amor.
El santo sonreía bonachón,
y yo, un poco azarado, te miré,
diciendo pocas cosas, sencillas y amorosas,
un día nos queríamos casar en San Juan, en San Juan.
Vuelan, las hojas al viento,
sopla el sentimiento,
sé que p***to volverás a estar aquí,
vuelan como golondrinas,
como golondrinas, que volvieron
al verano que nació en la Iglesia de San Juan.
La tarde poco a poco se perdió,
y un niño que jugaba se marchó,
tus manos en mis manos, tus ojos en mis ojos,
tus labios con mis labios yo besé en San Juan, en San Juan.
Vuelan, las hojas al viento,
sopla el sentimiento,
sé que p***to volverás a estar aquí,
vuelan, como golondrinas,
como golondrinas, que volvieron
al verano que nació en la Iglesia de San Juan.
El pórtico en la Iglesia de San Juan,
y el santo de madera frente a ti,
se hicieron mis amigos, y fueron mis testigos
el día en que nacía nuestro amor.
La tarde poco a poco se perdió,
y un niño que jugaba se marchó,
tus manos en mis manos, tus ojos en mis ojos,
tus labios con mis labios yo besé en San Juan,
en San Juan, en San Juan, en San Juan, en San Juan...