La riqueza es el peor crimen.
Es el peor crimen posible.
Nada parece ser suficiente para saciar la sed de aquellos que son dueños de eso que su dinero les permite tener.
Hoy su ambición es tanta que cuanto más quieren más quieren tener.
No importa cómo, importa el por qué y para qué.
Para poder hacer ostentación de Poder.
Justicia, justicia.
Clama la voz de los que cada día,
Justicia, justicia.
Mueren a manos de la economía.
Justicia, justicia.
El clavo ardiendo aquel al que se aferran
Justicia, justicia.
Los excluidos del sistema.
La riqueza es el peor crimen, es el peor crimen posible.
El mundo está dividido en dos, de un lado aquellos que son capaces de matar por preservar lo que ya tienen y de lo que no se quieren desprender.
Y del otro los que quieren tener y están dispuestos a todo por saber lo que es tocar,
sentir y poseer todo lo que siempre se les ha impedido tener.
Justicia, justicia.
Clama la voz de los que cada día
Justicia, justicia.
Mueren a manos de la economía.
Justicia, justicia.
El clavo ardiendo aquel al cual se aferran
Justicia, justicia.
Los excluidos del sistema.
Justicia, justicia.
A viva voz millones de gargantas
Justicia, justicia.
Exigen cura a su desgracia.
Justicia, justicia.
Es el grito ahogado de los que nada esperan
Justicia, justicia.
De las leyes del Mercado.
Leyes que dicen ser de común interés e inspiradas por ello en la misma idea del Bien.
Pero que son el fiel reflejo de los que las crean y las aplican en virtud de su interés.
La economía es capaz, capaz de devorar las vidas que haga falta para continuar su plan.
Un plan cuyo ideal pasa por desangrar la mitad del planeta en favor de la otra mitad.
La riqueza es el peor crimen.
Saquear es un crimen.
Explotar es el peor crimen. Esquilmar es un crimen. El más aplaudido crimen.
Es el peor crimen posible.
Nada parece ser suficiente para saciar la sed de aquellos que son dueños de eso que su dinero les permite tener.
Hoy su ambición es tanta que cuanto más quieren más quieren tener.
No importa cómo, importa el por qué y para qué.
Para poder hacer ostentación de Poder.
Justicia, justicia.
Clama la voz de los que cada día,
Justicia, justicia.
Mueren a manos de la economía.
Justicia, justicia.
El clavo ardiendo aquel al que se aferran
Justicia, justicia.
Los excluidos del sistema.
La riqueza es el peor crimen, es el peor crimen posible.
El mundo está dividido en dos, de un lado aquellos que son capaces de matar por preservar lo que ya tienen y de lo que no se quieren desprender.
Y del otro los que quieren tener y están dispuestos a todo por saber lo que es tocar,
sentir y poseer todo lo que siempre se les ha impedido tener.
Justicia, justicia.
Clama la voz de los que cada día
Justicia, justicia.
Mueren a manos de la economía.
Justicia, justicia.
El clavo ardiendo aquel al cual se aferran
Justicia, justicia.
Los excluidos del sistema.
Justicia, justicia.
A viva voz millones de gargantas
Justicia, justicia.
Exigen cura a su desgracia.
Justicia, justicia.
Es el grito ahogado de los que nada esperan
Justicia, justicia.
De las leyes del Mercado.
Leyes que dicen ser de común interés e inspiradas por ello en la misma idea del Bien.
Pero que son el fiel reflejo de los que las crean y las aplican en virtud de su interés.
La economía es capaz, capaz de devorar las vidas que haga falta para continuar su plan.
Un plan cuyo ideal pasa por desangrar la mitad del planeta en favor de la otra mitad.
La riqueza es el peor crimen.
Saquear es un crimen.
Explotar es el peor crimen. Esquilmar es un crimen. El más aplaudido crimen.