El pistoletazo de salida hacia el progreso,
no es más que el primer paso que consuma un
camino confuso hacia un desarrollo imperfecto.
La hipótesis nunca contrastable que hace
mención a un viaje a ninguna parte. Así al
menos, se manifiestan 'los condenados de la
tierra' cuando en Somalia, además de la
esperanza exigen les sea devuelto todo cuanto
les ha sido robado. Hay quien lo entiende
como el precipicio a una ambigua modernidad,
acostumbrada a servir, para captar, congelar,
almacenar en sus retinas la imagen de los
orfelinatos en China. Esa y no otra, es la
complicidad que desemboca en la c**pa, descrita
por las ong's afecta a la retórica más
disciplinada. Aquella otra definición de
propaganda. Ya sea por comisión, ya sea por
omisión... la era de la manipulación. Diferentes
respuestas a aquellos que son idénticos
intereses, se revela como la mejor muestra de
pluralismo. En eso consiste la inocuidad de
los expertos frente al estímulo que compite
con la inercia, en un momento en el que el
desarrollo de las telecomunicaciones, es
diréctamente proporcional a la distancia que
distingue y separa. Imprescindible entonces la
precaución ante el monólogo, como así lo
atestigua la reverencia debida a cuantos se
precian de ser catalogados gurus del pensamiento
único. La certeza de que cualquier duda resulte
cuando menos razonable. O ¿en qué términos se
expresa en hecho de que en la Europa de las
dos velocidades se imponga una sola policía?
Ya la sola posibilidad de aceptar la realidad
como si esta fuese única, les hace partícipes
de la miopía a todos aquellos que en verdad
optan por abrazar, como suyo propio, el método
de la indiferencia, y por tanto, cómplices de
las perspectivas de ceguera que se avecinan.
Información, negocio, talante de monopolio,
internacional de la manipulación, poderoso
criterio de la maximización, disidente conciencia,
voluntad, pensamiento políticamente disidente.
Una vez corrompido el empleo de las imágenes y
mercantilizado el uso correcto de la palabra,
la capacidad de reacción plantea un crecimiento
cero en favor de la distorsión, reclamando entonces
un mercado de esclavos, capaces de distinguir entre
la masacre de un atentado y lo lamentable de un
incidente con resultado de muerte.
no es más que el primer paso que consuma un
camino confuso hacia un desarrollo imperfecto.
La hipótesis nunca contrastable que hace
mención a un viaje a ninguna parte. Así al
menos, se manifiestan 'los condenados de la
tierra' cuando en Somalia, además de la
esperanza exigen les sea devuelto todo cuanto
les ha sido robado. Hay quien lo entiende
como el precipicio a una ambigua modernidad,
acostumbrada a servir, para captar, congelar,
almacenar en sus retinas la imagen de los
orfelinatos en China. Esa y no otra, es la
complicidad que desemboca en la c**pa, descrita
por las ong's afecta a la retórica más
disciplinada. Aquella otra definición de
propaganda. Ya sea por comisión, ya sea por
omisión... la era de la manipulación. Diferentes
respuestas a aquellos que son idénticos
intereses, se revela como la mejor muestra de
pluralismo. En eso consiste la inocuidad de
los expertos frente al estímulo que compite
con la inercia, en un momento en el que el
desarrollo de las telecomunicaciones, es
diréctamente proporcional a la distancia que
distingue y separa. Imprescindible entonces la
precaución ante el monólogo, como así lo
atestigua la reverencia debida a cuantos se
precian de ser catalogados gurus del pensamiento
único. La certeza de que cualquier duda resulte
cuando menos razonable. O ¿en qué términos se
expresa en hecho de que en la Europa de las
dos velocidades se imponga una sola policía?
Ya la sola posibilidad de aceptar la realidad
como si esta fuese única, les hace partícipes
de la miopía a todos aquellos que en verdad
optan por abrazar, como suyo propio, el método
de la indiferencia, y por tanto, cómplices de
las perspectivas de ceguera que se avecinan.
Información, negocio, talante de monopolio,
internacional de la manipulación, poderoso
criterio de la maximización, disidente conciencia,
voluntad, pensamiento políticamente disidente.
Una vez corrompido el empleo de las imágenes y
mercantilizado el uso correcto de la palabra,
la capacidad de reacción plantea un crecimiento
cero en favor de la distorsión, reclamando entonces
un mercado de esclavos, capaces de distinguir entre
la masacre de un atentado y lo lamentable de un
incidente con resultado de muerte.