Y me quedo parado aquí, parado aquí,
mirando a uno y otro lado
y me siento tan imbécil, tan imbécil,
entre tantas pelotas que rebotan y rebotan sin parar, sin parar, ¡sin parar!
Hubiese preferido salir y no hablar con nadie.
Hubiese preferido no venir.
Hubiese preferido no estar aquí,
no estar aquí...
Es tanto el desconsuelo cada vez que me repites tanto, que me repites tanto el mal, el mal que sientes cerca de mí,
las tres viejas mujeres, que me regalan todo su odio en su mirar, el odio de todas sus vidas, de no haber hecho nada,
no me afecta tanto como cuando me haces sentir que el amor que te doy es tan barato, tan barato, ¡tan barato!
Hubiese preferido salir y no hablar con nadie.
Hubiese preferido no venir.
Hubiese preferido no estar aquí,
no estar aquí...
Y no estar, y no estar, ¡no estar aquí!
mirando a uno y otro lado
y me siento tan imbécil, tan imbécil,
entre tantas pelotas que rebotan y rebotan sin parar, sin parar, ¡sin parar!
Hubiese preferido salir y no hablar con nadie.
Hubiese preferido no venir.
Hubiese preferido no estar aquí,
no estar aquí...
Es tanto el desconsuelo cada vez que me repites tanto, que me repites tanto el mal, el mal que sientes cerca de mí,
las tres viejas mujeres, que me regalan todo su odio en su mirar, el odio de todas sus vidas, de no haber hecho nada,
no me afecta tanto como cuando me haces sentir que el amor que te doy es tan barato, tan barato, ¡tan barato!
Hubiese preferido salir y no hablar con nadie.
Hubiese preferido no venir.
Hubiese preferido no estar aquí,
no estar aquí...
Y no estar, y no estar, ¡no estar aquí!