MALDIGO
Me vuelvo uraño los lunes por la mañana,
se me quitan to las ganas, cuando el trabajo me llama,
Que pena dejarte sola, en esta cama que enarbola
las banderas del triunfo de este amor que sabe a gloria.
Que alegría si tu fueras mi tarea principal
marcaita en fluorescente en mi agenda laboral,
Que alegría si tu fueses mi objetivo prioritario
e inundaras con tu aroma las casillas de mi horario.
Maldigo el trabajo, maldigo el dinero
maldigo las horas en que quiero y no puedo.
Y en verdad con poca cosa,
con salud y con amor,
que bien se pasa la vida
y si es sin trabajar, mejor.
Incongruencias de una sociedad tarada,
de esta esta esclavitud eterna que fustiga y que amarga
la existencia de cautivos presos de este consumismo
de derechos que no valen si no pagas sacrificio.
Cuando paso por las plazas y veo a los niños jugar
les envidio y compadezco por lo que son y serán,
ilusiones de una infancia, de crecer pa ser mayor,
pa caer en esta trampa, pa firmar su perdición
Maldigo el trabajo, maldigo el dinero,
maldigo las horas en que quiero y no puedo.
Y en verdad con poca cosa,
con salud y con amor,
que bien se pasa la vida
y si es sin trabajar, mejor.
Música y letra: Antonio Arco
Arreglos: El puchero del hortelano
Me vuelvo uraño los lunes por la mañana,
se me quitan to las ganas, cuando el trabajo me llama,
Que pena dejarte sola, en esta cama que enarbola
las banderas del triunfo de este amor que sabe a gloria.
Que alegría si tu fueras mi tarea principal
marcaita en fluorescente en mi agenda laboral,
Que alegría si tu fueses mi objetivo prioritario
e inundaras con tu aroma las casillas de mi horario.
Maldigo el trabajo, maldigo el dinero
maldigo las horas en que quiero y no puedo.
Y en verdad con poca cosa,
con salud y con amor,
que bien se pasa la vida
y si es sin trabajar, mejor.
Incongruencias de una sociedad tarada,
de esta esta esclavitud eterna que fustiga y que amarga
la existencia de cautivos presos de este consumismo
de derechos que no valen si no pagas sacrificio.
Cuando paso por las plazas y veo a los niños jugar
les envidio y compadezco por lo que son y serán,
ilusiones de una infancia, de crecer pa ser mayor,
pa caer en esta trampa, pa firmar su perdición
Maldigo el trabajo, maldigo el dinero,
maldigo las horas en que quiero y no puedo.
Y en verdad con poca cosa,
con salud y con amor,
que bien se pasa la vida
y si es sin trabajar, mejor.
Música y letra: Antonio Arco
Arreglos: El puchero del hortelano