Para el récord de mi vida sos una fácil carrera
que yo me animo a ganarte sin emoción ni final.
Te lo bato pa'que entiendas, en esta jerga burrera,
que vos sos una potranca para una penca cuadrera,
y yo, che vieja, ya he sido relojeao pa'l Nacional...
Vos sabés que de purrete tuve pinta de ligero;
era audaz, tenía clase, era guapo y seguidor.
Por la sangre de mi viejo salí bastante barrero,
y en esas biabas de barrio figuré siempre primero
ganando muchos finales a fuerza de corazón.
El cariño de una mina, que me llevaba doblado
en malicia y experiencia, me sacó de perdedor;
pero cuando estuve en peso y a la monta acostumbrado,
¡que te bata la percanta el juego que se le dió!
Ya después en la carpeta empecé a probar fortuna,
y muchas noches la suerte me fue amistosa y cordial.
Otras noches salí seco a chamuyar con la luna
por las calles solitarias del sensiblero arrabal.
Me hice de aguante en la timba y corrido en la milonga,
desconfiao en la carpeta, lo mismo que en el amor.
Yo he visto venirse abajo sin que nadie lo disponga
cien castillos de ilusiones por una causa mistonga,
y he visto llorar a guapos por mujeres como vos.
Ya ves que por ese lado vas muerta con tu espamento;
yo no quiero amor de besos, yo quiero amor de amistad.
Nada de palabras dulces, nada de mimos y cuentos;
yo busco una compañera pa' batirle lo que siento
y una mujer que aconseje con criterio y con bondad.
que yo me animo a ganarte sin emoción ni final.
Te lo bato pa'que entiendas, en esta jerga burrera,
que vos sos una potranca para una penca cuadrera,
y yo, che vieja, ya he sido relojeao pa'l Nacional...
Vos sabés que de purrete tuve pinta de ligero;
era audaz, tenía clase, era guapo y seguidor.
Por la sangre de mi viejo salí bastante barrero,
y en esas biabas de barrio figuré siempre primero
ganando muchos finales a fuerza de corazón.
El cariño de una mina, que me llevaba doblado
en malicia y experiencia, me sacó de perdedor;
pero cuando estuve en peso y a la monta acostumbrado,
¡que te bata la percanta el juego que se le dió!
Ya después en la carpeta empecé a probar fortuna,
y muchas noches la suerte me fue amistosa y cordial.
Otras noches salí seco a chamuyar con la luna
por las calles solitarias del sensiblero arrabal.
Me hice de aguante en la timba y corrido en la milonga,
desconfiao en la carpeta, lo mismo que en el amor.
Yo he visto venirse abajo sin que nadie lo disponga
cien castillos de ilusiones por una causa mistonga,
y he visto llorar a guapos por mujeres como vos.
Ya ves que por ese lado vas muerta con tu espamento;
yo no quiero amor de besos, yo quiero amor de amistad.
Nada de palabras dulces, nada de mimos y cuentos;
yo busco una compañera pa' batirle lo que siento
y una mujer que aconseje con criterio y con bondad.