El tiempo tan lleno de silencios y gemidos. Palabras y rotaciones el sol, que parece que va a venir y ya se ha ido. El s**o es Dios, porque es el fondo del abismo, el mundo es tan solo un espejismo del agua que es la sangre de los ríos. El viento que es la libertad del movimiento jugando al esconder con todo el tiempo, que a mi se me detiene en tu ombligo. Y las arrugas de tu piel, amor, es señal de que hasta el tiempo se queda contigo. Y las arrugas de tu piel, amor, es tiempo que te dibuja los rostros que has sido. El tiempo que no se pierde, que siempre es presente, que es el terciopelo de la muerte, que no se puede conceder que es concedido. Y el tiempo que da de beber las noches en que sueño, y de mamar a los relojes del cielo, y el hombre que mata al tiempo hace un suicidio. El viento que es la libertad del movimiento jugando al esconder con todo el tiempo, que a mi se me detiene en tu ombligo. Y las arrugas de tu piel, amor, es señal de que hasta el tiempo se queda contigo. Y las arrugas de tu piel, amor, es tiempo que te dibuja los rostros que has sido. Tiempo que va, que viene, que si que no, que campa y llueve en tu corazón, y el tiempo que quiere tener razón. El tiempo que no es más que el tiempo que se va en las caladas de mi pobre corazón. El tiempo que no es más que una excepción vital en el silencio de tu pobre corazón.