Estoy de lo mas abatido,
soy un cuerpo que se ha consumido,
la ceniza que nadie ha esparcido,
el desengaño de un aflijido.
Depresiones las tenemos todos
los que vivimos al filo del abismo,
son equilibrios en la cuerda del circo
siempre sin red y sin testigos.
Y recuerda las noches que estuvimos
en el tejado del edificio
imaginando como seriamos de mayores,
que poco sabiamos de perdedores.
Como farmacos para moverme por el laberinto,
el mundo real friamente prohibido,
volvere al tejado de casa de mis padres
a corregir las lineas de mi destino.
Estiro la linea y la cambia por otra,
entonces, a la hora de morir naci
y cuando tuve que sufrir disfrute,
asi deje las cosas tal como estaban.
Y recuerda las noches que estuvimos
en el tejado del edificio
imaginando como seriamos de mayores,
que poco sabiamos de perdedores.
Que grande es soñar en la adolescencia,
que duro es despertar en la decadencia.
Y darse cuenta.
soy un cuerpo que se ha consumido,
la ceniza que nadie ha esparcido,
el desengaño de un aflijido.
Depresiones las tenemos todos
los que vivimos al filo del abismo,
son equilibrios en la cuerda del circo
siempre sin red y sin testigos.
Y recuerda las noches que estuvimos
en el tejado del edificio
imaginando como seriamos de mayores,
que poco sabiamos de perdedores.
Como farmacos para moverme por el laberinto,
el mundo real friamente prohibido,
volvere al tejado de casa de mis padres
a corregir las lineas de mi destino.
Estiro la linea y la cambia por otra,
entonces, a la hora de morir naci
y cuando tuve que sufrir disfrute,
asi deje las cosas tal como estaban.
Y recuerda las noches que estuvimos
en el tejado del edificio
imaginando como seriamos de mayores,
que poco sabiamos de perdedores.
Que grande es soñar en la adolescencia,
que duro es despertar en la decadencia.
Y darse cuenta.