Hoy, aún llenos de fe
dejándonos la piel
al borde de un arcén.
Hoy, jugar siempre es perder
y andar, retroceder
entre la espada y la pared.
Aun no pudimos comprender
que cada paso era un traspiés.
Por sentir la emoción
de arrancar al aire alguna canción
fuimos hijos del Blues
arrastrando más y más nuestra cruz.
Hoy, es casi como ayer
errantes por doquier
tratando de volver.
Buscando alguna solución
poniendo siempre el corazón.
Al tocar Rock & Roll
deshojando el alma como una flor
fuimos hijos del blues
arrastrando más y más nuestra cruz.
Generación perdida entra la multitud.
Generación maldita cegada por la luz.
Generación prohibida, hijos del Blues.
dejándonos la piel
al borde de un arcén.
Hoy, jugar siempre es perder
y andar, retroceder
entre la espada y la pared.
Aun no pudimos comprender
que cada paso era un traspiés.
Por sentir la emoción
de arrancar al aire alguna canción
fuimos hijos del Blues
arrastrando más y más nuestra cruz.
Hoy, es casi como ayer
errantes por doquier
tratando de volver.
Buscando alguna solución
poniendo siempre el corazón.
Al tocar Rock & Roll
deshojando el alma como una flor
fuimos hijos del blues
arrastrando más y más nuestra cruz.
Generación perdida entra la multitud.
Generación maldita cegada por la luz.
Generación prohibida, hijos del Blues.