Mediterráneo
Joan manuel serrat
Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor por dondequiera que vaya,
y amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos se acostubraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...
Qué le voy a hacer, si yo nací en el Mediterraneo,
nací en el mediterráneo...
Y te acercas, y te vas después de besar mi aldea.
Jugando con la marea te vas pensando en volver.
Eres como una mujer perfumadita de brea
que se añora y se quiere que se conoce y se teme, ay.
Ay, si un día para mi mal viene a buscarme la parca,
empujad al mar mi barca con un levante otoñal
y dejad que el temporal desguace sus alas blancas.
Y a mi enterradme sin duelo entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte, más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...
Cerca del mar. Porque yo nací en el Mediterraneo,
nací en el Mediterráneo...
Joan manuel serrat
Quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor por dondequiera que vaya,
y amontonado en tu arena guardo amor, juegos y penas.
Yo, que en la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos se acostubraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...
Qué le voy a hacer, si yo nací en el Mediterraneo,
nací en el mediterráneo...
Y te acercas, y te vas después de besar mi aldea.
Jugando con la marea te vas pensando en volver.
Eres como una mujer perfumadita de brea
que se añora y se quiere que se conoce y se teme, ay.
Ay, si un día para mi mal viene a buscarme la parca,
empujad al mar mi barca con un levante otoñal
y dejad que el temporal desguace sus alas blancas.
Y a mi enterradme sin duelo entre la playa y el cielo...
En la ladera de un monte, más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...
Cerca del mar. Porque yo nací en el Mediterraneo,
nací en el Mediterráneo...