Hoy a mi ventana
llegó volando
un gorrión,
trajo de la Habana,
de contrabando,
una canción.
Atravesando un mar
de vinagre y sal,
deshojó en mi oído
gotas de Eleguá,
notas que el olvido
nunca, nunca oxidará.
Ay, gorrión, ay, gorrión,
¿qué quieres de mí?
Ay, gorrión,
cántame un son
para vivir.
Canta pajarito
que necesito
bailar la rumba,
planta un arbolito
sobre la tumba
del desamor.
Quítame el temor
de la autoridad,
cura con tus trinos
los desatinos
de la humedad.
Y si alguna vez
vieras a mi amada,
dile que, en la almohada,
llevo tatuada
su desnudez.
Hoy la tramontana
va a hacer que pierda
la razón,
hoy no tengo ganas
de darle cuerda
al corazón.
Me cansé de ser
digno sin querer,
hoy quemé mis naves,
me desenganché,
hoy perdí las llaves
de las puertas que cerré.
Y los aviones parecen grillos
desorientados,
y los desterrados le sacan brillo
a la cicatriz.
!Que lejos están
mi negra y mi pan,
el ron, la marimba,
el sabor de la timba
de los Van Van!
Duerme el polizón,
balserito triste,
que, buscando alpiste,
te confundiste de malecón.
Ay, gorrión, ay, gorrión,
¿qué quieres de mí?
Ay, gorrión,
dime que no,
dime que sí.
Ay, gorrión, ay, gorrión,
¿qué quieres de mí?
Ay, gorrión,
mira que no
quiero sufrir.
llegó volando
un gorrión,
trajo de la Habana,
de contrabando,
una canción.
Atravesando un mar
de vinagre y sal,
deshojó en mi oído
gotas de Eleguá,
notas que el olvido
nunca, nunca oxidará.
Ay, gorrión, ay, gorrión,
¿qué quieres de mí?
Ay, gorrión,
cántame un son
para vivir.
Canta pajarito
que necesito
bailar la rumba,
planta un arbolito
sobre la tumba
del desamor.
Quítame el temor
de la autoridad,
cura con tus trinos
los desatinos
de la humedad.
Y si alguna vez
vieras a mi amada,
dile que, en la almohada,
llevo tatuada
su desnudez.
Hoy la tramontana
va a hacer que pierda
la razón,
hoy no tengo ganas
de darle cuerda
al corazón.
Me cansé de ser
digno sin querer,
hoy quemé mis naves,
me desenganché,
hoy perdí las llaves
de las puertas que cerré.
Y los aviones parecen grillos
desorientados,
y los desterrados le sacan brillo
a la cicatriz.
!Que lejos están
mi negra y mi pan,
el ron, la marimba,
el sabor de la timba
de los Van Van!
Duerme el polizón,
balserito triste,
que, buscando alpiste,
te confundiste de malecón.
Ay, gorrión, ay, gorrión,
¿qué quieres de mí?
Ay, gorrión,
dime que no,
dime que sí.
Ay, gorrión, ay, gorrión,
¿qué quieres de mí?
Ay, gorrión,
mira que no
quiero sufrir.